Marta Justiniani Balseiro es una de las voces más importantes de la cancionística cubana, desde que con sólo seis años debutó en el mundo de los acordes.

Nació en la Habana, el 2 de diciembre de 1930, y desde pequeña la música formó parte de su vida, gran parte de ella ligada a Adolfo Guzmán, quien fue su maestro, su compañero de interpretación, y cuya obra guíó los pasos de Marta Justiniani.

En su formación influyeron además importantes maestros de guitarra como: Esteban Antúnez y Vicente González-Rubiera, este último con clases de armonía aplicada al instrumento.

Sus inicios fueron en la Compañía Infantil de Roberto Rodríguez, importante grupo con una fuerte presencia en el Teatro Martí. Con ellos se produjo su debut escénico a los seis años de edad, en compañía de su hermano Alfredo Justiniani, quien tocaba la guitarra.

Poco ha trascendido de esta presentación, lo cierto es que dos años después, en 1938, la niña Marta Justiniani y su hermano se presentaban en la Corte Suprema del Arte con un número que era un Dúo de guitarra, con el cual ganaron el primer premio. Desconoce este escritor si es ella la más joven en ganar tan importante show, pero debe estar entre los tres primeras.

Marta Justiniani la maestra olvidada

Luego de esa presentación fueron contratados por las principales emisoras radiales del país, sobre todo por la popular RHC Cadena Azul, donde tuvieron una fuerte presencia.

En la Cadena Azul, de Amado Trinidad, compartió micrófonos con verdaderas estrellas como: Pedro Vargas, Libertad Lamarque, Gonzalo Roig,, Rafael Somavilla, Rodrigo Prats, Armando Romeu, o su maestro Vicente González-Rubiera.

Además Marta Justiniani se presentó a lo largo del país, paseando sobre todo la obra de su maestro Adolfo Guzmán, de la cual fue su mayor intérprete.

Marta Justiniani destacó por su capacidad de adaptar su voz a los diferentes estilos y registros de cada canción que interpretaba, pues fue sobre todo una intérprete, ya que se conocen muy pocas piezas de su autoría pura, entre las cuales destaca Vi­virás sin mí.

Cover del disco que Marta Justiniani grabara junto al maestro Frank Domínguez
Cover del disco que Marta Justiniani grabara junto al maestro Frank Domínguez

Pero su labor como intérprete fue muy aclamada por la crítica e incluso los propios autores -sobre todo en su periodo de mayor auge entre las décadas de los 50 y los 70-, como su maestro Vicente González-Rubiera, quien expresó:

Además de poseer una bella voz con un timbre particularmente suyo, canta con una afinación que debemos llamarla absoluta. Domina perfectamente la medida (el compás), que es un producto convencional. Su interpretación es colectiva.

En cambio, el ritmo musical es libre, no puede escribirse, su interpretación es selectiva. Brota de la imprevisible facultad creadora del artista. Ella saborea el ritmo y después lo matiza sabiamente con elementos expresivos de la agógica. Estos elementos sólo tienen valor cuando lo usamos con mesura y logro estético. Marta posee una clara visión de estos medios expresivos. De ahí deriva la realización más completa de su estética

EcuRed

El secreto de su éxito como intérprete preferida es explicado por ella misma:

Me gusta conversar con los compositores para que ellos me digan cómo conciben su creación y de esa forma adaptarla a mi estilo

Su voz quedó inmortalizada en varias grabaciones tanto en Cuba como en el extranjero, particularmente en Bulgaria, donde su presentación en el VI Festival Internacional de la Canción Popular Orfeo de Oro causó verdadero furor. En Cuba destaca el disco grabado junto al maestro Frank Domínguez, el cual contó con dirección musical de Adolfo Guzmán y Rafael Somavilla.

Marta Justiniani falleció el 3 de febrero de 2015, luego de una exitosa vida linda. Ala música, su justo papel en dicho arte aún merece  más difusión.

Marta Justiniani canta «Miedo al desengaño» (1968)

Marta Justiniani canta «Persistiré»