Judíos en La Habana (II). En esta continuación del breve compendio histórico de la comunidad hebrea en Cuba, y en especial en La Habana, tomaremos como referencias el excelente trabajo investigativo de Katiuska Parés Ramírez, publicado por la Editorial Universitaria bajo el título: «Los hebreos en La Habana Vieja» (2009).

En la anterior entrada vimos la importancia, y profundizamos en ella, que tuvo la comunidad judía en la realización de la expedición de Cristóbal Colón que permitió el descubrimiento para Europa de las sociedades indígenas asentadas en lo que se llamaría «Nuevo Mundo», y posteriormente América.

Siguiendo esa línea estableceremos algunas curiosidades vividas por los miembros de esta comunidad que, pese a ser perseguidos por los Reyes Católicos, consiguieron llegar y asentarse en minoría en las tierras recién descubiertas.

Cabe señalar que en estos textos que hemos ido poniendo en vuestro conocimiento no hemos realizado distinciones entre los términos hebreojudío e israelita pues se pueden emplear tanto para aludir al antiguo pueblo de Israel como para la religión del judaísmo. En la práctica, sin embargo, es frecuente reservar hebreo para el concepto étnico y judío para el religioso, distinción que puede no quedar clara en este trabajo porque en las fuentes consultadas tampoco se hace demasiada distinción. Usándose ambas palabras (hebreo y judío) con el fin de englobar a toda la comunidad, tanto étnica, como religiosa para facilitar la lectura a quienes se acerquen al tema por primera vez.

Hechos reseñables de los hebreos en los primeros siglos de la isla de Cuba.

  • En 1511 se abrió una puerta a los hijos de quemados (nombre utilizado para referirse a los quemados por la Inquisición) con la única restricción de no desempeñar oficios públicos en la Isla. 
  • La sefardita Isabel de Bobadilla, judía conversa, se convierte en la primera mujer gobernadora de Cuba cuando en el siglo XVI su esposo, el Capitán General Hernando de Soto, gobernador de Cuba, partiera a colonizar la Península de la Florida.
  • Se desconoce cuantos judíos conversos cayeron en manos de la inquisición de la isla. El primer judío que se conozca que fue juzgado, ejecutado y decomisada su fortuna fue el habanero Francisco Gómez de León, vecino de La Habana, por mantenerse heroicamente en su fe. Este fallo lo condenó a cadena perpetua, a remar en galeras y a la confiscación de todos sus bienes. Los juicios inquisitoriales obligaron a muchos judíos a buscar refugio en otras islas antillanas y aún así para finales del siglo XVIII había en Cuba alrededor de unos 500 judíos de origen español.

Mejora la situación de la comunidad en el Siglo XIX

  • En 1875 se funda una sastrería en la calle Obispo que tenía en la puerta un retrato del filósofo, matemático y físico hispanojudío Maimónides, a quien se le conoció con el sobrenombre de “segundo Moisés” por su contribución al judaísmo. Este establecimiento servía como punto de referencia para cualquier recién llegado a la Isla que estuviera interesado en contactar con algún miembro de esa colectividad.
  • En los primeros tiempos los miembros de la comunidad hebrea no contaban con grandes recursos, ni sus integrantes eran una cantidad apreciable. Por ello se considera que sus actividades religiosas y sociales se desarrollaban en lo fundamental en sus escasas sinagogas de entonces y en sus propias residencias, a las que asistían los familiares, amigos y compatriotas. 

Judíos en La Habana en el Siglo XX

Tras la ocupación americana comienzan a llegar en mayor cantidad al país miembros de esta comunidad. La mayoría lo hacen desde Polonia y Rusia pertenecientes a los llamados judíos askenazí, algunos de camino a Estados Unidos o Argentina, y otros con la finalidad de asentarse definitivamente en la isla gracias a la pujante economía cubana.

  • En 1906 se creó la primera sinagoga reformista llamada United Hebrew Congregation y se fundó el primer Cementerio Judío en Guanabacoa entre 1906 y 1908 (del cual hablaremos a fondo en siguientes entradas).
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Lo que después fue ‘Precios Fijos’ fundada en 1905 por Manuel Carvajal el que se encuentra en frente de la segunda columna con su hermano Benigno. ‘Precios Fijos’ en Reina, Águila y Estrella, La Habana fue una tienda propiedad de judíos. La Casa Verde fue una de las propiedades que compraron para edificar ‘Los Precios Fijos’ en toda una cuadra situada entre las calles arriba mencionadas.»

  • Como miembros de los exclusivos clubes de la época convivían con las clases altas cubanas, asentándose en los barrios más sofisticados de La Habana (Vedado, Miramar, Country Club) y establecieron sus grandes casas de importación- exportación, negocios de tabaco y azúcar y tiendas por departamentos como Los Precios Fijos en las principales arterias comerciales de la Ciudad.
  • Sus dos figuras representativas fueron Frank Maximilian Steinhardt, nacido en Múnich en 1864, se enroló en el ejército norteamericano, en 1902 llega a Cuba como sargento, posteriormente fue nombrado Cónsul General hasta 1907, representante de la casa del Vaticano, se convirtió al cristianismo.
  • A través de un préstamo facilitado por el Arzobispado de New York compró la Compañía de Electricidad de La Habana, y la de Transporte Urbano. Hasta su muerte fue presidente de las mismas, así como también de la Cervecería Polar, entre otros negocios y Adolfo Kates, comisionista y uno de los fundadores de la industria del diamante (belga de nacimiento).
  • Jaime Sarusky señala que estos sefarditas al igual que los ashkenazis, se mantuvieron indistintamente en La Habana y refiere que hasta tiempos muy recientes existían en Guanabacoa y aún permanecen algunos de los miembros del Clan Mishrah, una comunidad donde todos llevaban y llevan ese apellido y descienden de 2 abuelos que eran primos.
  • Los judíos fundaron la primera sociedad sefardita y la Sinagoga Shevit Ajim en 1914, ubicada en la calle Inquisidor entre Luz y Santa Clara y un pequeño cementerio cercano al ya creado en Guanabacoa. 
  • Entre sus revistas podemos mencionar el “Estudiante Hebreo” que tenía su sede en la calzada de Monte. Con su posición económica consolidada crean en 1951 una nueva organización: el Centro Hebreo Sefardí en El Vedado.