El Diario de la Marina, “El Decano de la prensa cubana”, el rotativo más contante y longevo del país, nació un 1ro de abril de 1844. Hijo del asturiano Isidoro Araujo de Lira y de la fusión de “El Noticioso” y “El Lucero”. Unió en sí la cualidad de ser considerado uno de los más influyentes del país y ser, al mismo tiempo, uno de los más atacados.

Desde sus primeros pasos fue monárquico y conservador, así lo dejaban claro sus tres principios: “Dios, Patria, Hogar”, y en ese camino se mantendría, no buscó simpatizar con los mambises durante las guerras por la independencia, ni ocultó su apoyo al franquismo luego durante la República, ni disimuló su apoyo al gobierno de Batista. Sin embargo, daría cabida en sus páginas a intelectuales de todos los espectros políticos de la sociedad.

Diario de la Marina
Directores del Diario de la Marina

Durante la Colonia «Diario de la Marina» fue dirigido siempre por Peninsulares, y aristócratas, recalcar que uno de los miembros de su primera Junta Directiva fue el Marqués de Pinar del Rio, Leopoldo González-Carvajal y Zaldúa. Al instaurarse la República en 1902, el Diario siguió en manos de españoles hasta 1919, y durante el resto de su historia fue representante, fundamentalmente, de la burguesía y la Iglesia, contando en su junta directiva con exponentes de los mismos, como el Cardenal Arteaga y el banquero Juan Gelats Botet, propietario del Banco Gelats, quien era además el banquero de Su Santidad el Papa en la Isla y operaba la cuenta en dólares del convenio de pago entre Cuba y España.

El Diario de la Marina, directores y figuras fundamentales

Algunos de los directores del Diario de la Marina, que tenía dos tiradas diarias, fueron: Isidoro Araújo de Lira, Dionisio Alcalá Galeano, José Ruiz de León, Fernando Fragoso, Luciano Pérez Acevedo, Nicolás Rivero Muñiz, José Ignacio Rivero Alonso (Pepín), y José Ignacio Rivero (Pepinillo), nieto de Ignacio Rivero.

Un momento importante en la historia de el «Diario de la Marina» fue la aparición, en 1920, de su “Suplemento Literario”, dirigido por José Antonio Fernández de Castro, que atrajo a muchos de los principales escritores del momento, elevando la calidad y el prestigio del diario, y que constituye un ejemplo de la flexibilidad en la selección de la plantilla, pues en esta sección escribieron miembros de todos los espectros políticos de la sociedad, nombres como:

Alejo Carpentier, Martín Casanovas, Enrique de la Osa y Perdomo, Raúl Roa García, Rafael Suárez Solís, Jorge Luis Borges, Andrés Núñez Olano, Manuel Navarro Luna, Gastón Baquero, Luis Felipe Rodríguez, Ramón Guirao, Ramiro Guerra Sánchez, Ramón Rubiera, Juan Antiga, Armando Leyva, Pedro Henríquez Ureña, Miguel Ángel Asturias, Enrique Gómez Carrillo, José Lezama Lima, José Carlos Mariátegui, Leopoldo Marechal, José Bergamín, Baldomero Sanín Cano, y Luis Cardoza y Aragón.

La sección “Suplementos…” incluyó luego dentro de ella un acápite que buscaba diversificar aún más la base de sus lectores, la cual se llamó “Ideales de una raza”, y que como mismo explicaron tenía como objetivo atraer al público de ascendencia africana. En ella escribieron destacados intelectuales como: Juan Gualberto Gómez, Lino Dou, Regino Pedroso, Salvador García Agüero, Regino Boti León, Juan Jerez Villarreal, Caamaño de Cárdenas, Arturo González Dorticós etc. en esta sección publicó por vez primera, el 20 de abril de 1930, sus ya famosos “Motivos de Son” nuestro Poeta Nacional Nicolás Guillén.

Secciones Literarias terminaría siendo reconocida como uno de los voceros del vanguardismo en Cuba en distintas manifestaciones, pues además de las ya mencionada, tenía secciones de humor, cine, folletines y cartelera.

Escudo del Diario de la Marina
Escudo del Diario de la Marina

El fin de una era

Su último número en Cuba circuló el 11 de mayo de 1960, siendo el correspondiente al Año 128, Número 111. Luego salió en Miami, bajo el nombre de “7 días del Diario de la Marina”, pero solo se editó hasta el año 1961.