Considerado por muchos el edificio más hermoso de la Avenida del Puerto, la antigua Aduana de La Habana se restaura para convertirse en una gran Terminal de Cruceros.

El gran complejo, con sus tres viejos espigones: San Francisco, La Machina y Santa Clara, cuenta con grado II de proteccion, otorgado por la Comisión Nacional de Monumentos de Cuba, lo que le otorga un valor extra a cualquier emprendimiento que allí se lleve adelante, pero exige la preservación de sus valores arquitectónicos.

Aduana de La Habana

El edificio actual de la Aduana de La Habana se inauguró en el año 1914, donde antaño se ubicara el muelle de San Francisco y se extiende por 300 metros a lo largo de la Avenida del Puerto.

Fue construido por «Barclays Parson & Klapp» y por casi medio siglo su muelle, operado por la compañía norteamericana «Havana Docks Corporation» estuvo considerado entre los mejores del mundo.

En el edificio, que compartía la Havana Dock con el Estado cubano (según lo disponía el acuerdo de concesión de 1905) radicaban, además de la Aduana de La Habana, otras instituciones oficiales como la Capitanía del Puerto, la Policía Marítima, los Médicos del Puerto, el Departamento de Inmigración y la Inspección General del Puerto.



La parte ocupada por los concesionarios se dedicaba a muelles, almacenes y oficinas en las planta más altas. Según la Guía Comercial e Industrial de La Habana, publicada en 1926, en el edificio de la Havana Dock existían seis cámara refrigeradas para la conservación de los productos perecederos y contaban los muelles con un tren de lanchas y una gran grúa flotante para la descarga de los buques que fondeaban en la bahía abierta [1].


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Las torres de la Aduana de La Habana, además de su función decorativa y como miradores, ocultaban dos tanques de agua en cada una, que eran la base del funcionamiento del avanzado sistema contra incendios del edificio


A todo lo largo de la planta baja existía un andén que facilitaba las operaciones de carga y descarga a través de una doble vía de ferrocarril que comunicaba con varios puntos de la ciudad (aunque esta línea de ferrocarril no funciona desde hace muchos años, todavía se puede apreciar frente al edificio de la Aduana de La Habana).

Aduana patrimonial

El edificio de la Aduana de La Habana se puede considerar ecléctico, puesto que en él confluyen elementos neoclásicos con arcos de medio punto y profusión de tejas criollas, que le otorgan un típico aspecto colonial español (una tendencia muy de moda en los Estados Unidos de la primera década del siglo XX).

A pesar del gran deterioro sufrido, que no han podido detener algunas reparaciones parciales, el edificio de la Aduana de La Habana conserva su estructura y diseño originales, lo que le otorga un gran valor patrimonial.

La mayoría de las pérdidas las ha sufrido en los elementos más perecederos: aleros, canes, carpintería y cubierta de tejas.

Aduana de La Habana en una tarjeta postal de la República de Cuba
El edificio de la Aduana de La Habana en una tarjeta postal de la República

Mención aparte merece la decisión tomada hace muchos años de cerrar herméticamente toda la planta baja a la Avenida del Puerto, lo que limitó el acceso del público y la visual desde la Plaza de San Francisco al frente de mar.

Se espera que con la reconversión de la Aduana en una gran terminal de cruceros, está modificación estructural, sin dudas la más traumática que ha sufrido el edificio, sea revertida.

Terminal de Cruceros y Hotel Real Aduana

Aunque la Terminal de Cruceros Sierra Maestra funciona en el antiguo edificio de La Habana desde hace varios años, el inmueble, debido a su deterioro no tiene las condiciones adecuadas para recibir un elevado número de visitantes por lo que se ha proyectado su ampliación.

De esa forma, el edificio de la Aduana de La Habana, que será restaurado, se convertirá en una gran Terminal de Cruceros con todas las comodidades para el viajero y recuperará su antiguo esplendor.

Hotel Real Aduana en el antiguo edificio de la Aduana de La Habana
El nuevo hotel Real Aduana en construcción

El crucerismo resulta una modalidad de turismo muy atractiva para una ciudad portuaria como La Habana, en el que su Centro Histórico, principal atractivo, está a los pies de los viajeros apenas descienden del barco.

Para complementar los servicios de la Terminal de Cruceros, en parte del histórico edificio se construirá el Hotel Real Aduana, un 5 estrellas operado por Habaguanex con 55 habitación desde las cuales se podrá disfrutar del maravilloso entorno que ofrece la bahía de La Habana.

Referencias

[1] Cámara de Comercio, Industria y Navegación de la Isla de Cuba. Guía Comercial e Industrial de Cuba. Imprenta La Prueba. La Habana. 1926.