Casa de Francisco López García. A pesar de su actual apariencia lúgubre, mortecina y casi en ruinas, como sacada de un filme de terror, (ojalá que exista un proyecto para su rescate), sigue siendo una de las más emblemáticas de Línea (por calle 9, No. 506 entre D y E).

Entre las primeras mansiones del Vedado, construida en 1888 por don Francisco López García, se mantuvo siempre de una sola planta con su techo plano y su pretil balaustrado, el amplísimo portal de arcadas chanfleadas en los extremos, originalmente sin patio interior, pero con un lucernario central y amplios jardines que suplían la ventilación e iluminación de sus salones y habitaciones.


Antigua residencia de Francisco López García en la calle Línea No. 506
La antigua residencia de Francisco López García en 2021

Casa de Francisco López García

Destaca todavía en su cercado perimetral, las pilastras cuadradas rematadas por piñas, la enorme y bella cancela de entrada, quizás la más espléndida de todo el Vedado, con sus copas, su arcada y su centenaria y elaborada reja forjada.

En los primeros años del XX pasa a la propiedad familiar y residencia del comerciante don Nicolás Alfonso y Ayala, casado en 1892 con su prima Herminia Veytia Ayala, hija de don Antonio José Veytia y Zayas, V Marqués del Real Socorro y Regidor del Ayuntamiento de La Habana.


Antigua casa de Francisco López García en los años 30

Así lucía, alrededor de los años 30, su enorme cancela de entrada y una de las más espléndidas del Vedado y La Habana


También vivieron aquí sus hermanos solteros, José Eusebio Alfonso Ayala, quien fuera notable abogado, que se desempeñó como Jefe del Negociado de Cancillería de la Secretaría de Estado y la Secretaría de Justicia en los primeros gobiernos republicanos, y Avelina Alfonso Ayala, quien fallece aquí en 1954.

Don Nicolás fallece en los años 30 y su esposa Herminia en abril de 1940, mientras residían aquí y sin sobrepasar ambos los 70 años de edad.

Tuvieron cuatro hijos: Mercedes, Ramiro, Gonzalo y Nicolás Alfonso y Veytia.


Antigua residencia de Francisco López García

La antigua residencia de Francisco López García en los años 50 del siglo XX, cuando ya se había convertido en la casa de la familia Ayala – Veytía. Nótese el árbol de la derecha cuando aún era joven.


Los descendientes de esta ilustre familia se mantuvieron residiendo aquí al pasar de los años. También sirvió de locación, a inicios de los años 80, al notable director de cine cubano Humberto Solás para la filmación de su película “Amada”, basada en la novela “La Esfinge” de Miguel de Carrión.