En el inmueble de la calle E, No. 455, entre 19 y 21, Vedado, residió sus últimos años antes de fallecer, la patriota y gran amiga en los años difíciles del Apóstol, Blanche Zacharie de Baralt.

Blanche Zacharie de Baralt

Blanche Zacharie de Baralt fue autora del entrañable libro “El Martí que yo conocí” publicado en 1945 (y reeditado posteriormente en Cuba en los años 80), donde nos vierte con dulzura los recuerdos atesorados como testigo excepcional de aquellos tiempos difíciles de su quehacer en New York, y nos entrega a un Martí cercano y conmovedor, con anécdotas desconocidas hasta entonces, y el impacto que causaba en muchas familias cubanas del exilio.

Nacida en New York el 17 de marzo de 1865, con una mitad cubana, fue mujer de vasta cultura y gran sensibilidad artística: cantaba, tocaba piano, recitaba versos. De formación cosmopolita, hablaba varios idiomas a la perfección y era experta en ese arte tan difícil de la conversación.

Conoce a Martí el mismo día en que también él le presenta a su amigo, el Dr. Luis A. Baralt Peoli, con quien se casaría a fines de 1886 siendo Martí testigo de la boda.

blanche zacharie de baralt
luis baralt peoli
Los esposos Zacharie Blanche de Baralt y Luis Baralt Peoli, fueron grandes amigos del Apóstol de la independencia de Cuba, José Martí

Desde entonces creció entre Martí y la familia Baralt, una grande y sincera amistad, interrumpida sólo por su partida a la Patria.

Tras la guerra Blanche Zacharie de Baralt viene a Cuba con su esposo y sus tres hijos y en una residencia de la calle Línea No. 122 (antiguo) entre 8 y 10, se desenvuelve su vida cubana.

Fue la primera mujer graduada de Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana, donde rindió exámenes sobresalientes en 1902, y con gran calibre intelectual escribió también al servicio de ideales feministas.

Sale de aquí en el verano de 1947, a sus 82 años, pero con el mismo espíritu juvenil que nunca la abandonó, para emprender viaje al norte de visita a sus hijas y su familia en Washington y Canadá.

Falleció en Ottawa, Canadá, a inicios de noviembre de 1947.

Cumpliendo su voluntad, es traído su cuerpo embalsamado a Cuba y enterrada el 16 de noviembre de 1947 en el Cementerio de Colón, junto a su querido esposo Luis.