Considerado como uno de los más grandes atletas de todos los tiempos, el boxeador cubano Teófilo Stevenson, combinaba una gracia poco común para moverse sobre elnring con la más brutal de las pegadas.

Teófilo Stevenson Lawrence, «Pirolo», nació el 29 de marzo de 1952 en el Central Delicias, Puerto Padre, Oriente.

Allí había llegado su padre Teófilo Stevenson Pearson a inicios de la década de 1920 desde San Vicente y las Granadinas en busca de trabajo en la industria azucarera cubana, entonces en plena expansión; y allí conoció a la cubana Dolores Lawrence.

Su primer hijo fue Pirolo, quien desde niño se interesó por el boxeo, recibiendo el apoyo entusiasta de Teófilo Stevenson padre, quien gestionó que le entrenara su amigo John Herrera, quien le enseñó su estilo personal.

Teófilo Stevenson con Alcides Sagarra, Padre de la escuela cubana de boxeo
Teófilo Stevenson con Alcides Sagarra, Padre de la escuela cubana de boxeo.

Teófilo Stevenson, súper campeón

Con sólo 14 de edad, Teófilo Stevenson enfrentó su primer combate de boxeo en la división de 71 kg… y perdió.

Dos años después, sin embargo, ganaba el título nacional juvenil y en 1969 peleaba ya por la corona de los superpesados en el Torneo Nacional Playa Girón.

Aunque perdió contra el piñareño Gabriel García, sus condiciones no pasaron desapercibidas para el técnico soviético Andrei Chervonenko, quien trabajaba con el equipo nacional de boxeo y propuso incorporarlo al grupo de élite que entrenaba para participar en los torneos internacionales.

Chervonenko no se equivocó: en 1970 comenzó el largo e ininterrumpido reinado de Teófilo Stevenson en los pesos completos y un año después llegaría su primera medalla internacional, el bronce en los Juegos Panamericanos de Cali, en los que caería en el pase al oro con el norteamericano Duane Bobick, la «Esperanza Blanca».

Pirolo quedaría picado por esta derrota y tomaría desquite un año después venciendo a Bobick en los Juegos Olímpicos de Múnich.

Sería ese sólo el comienzo del dominio absoluto de Teófilo Stevenson en el mundo amateur de los pesos pesados que lo llevaría a ostentar tres coronas olímpicas (y si no fueron más se debió a la decisión del gobierno cubano de no asistir a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 y Seúl 1988).

Tambien ganaría tres títulos mundiales y venció a todos los púgiles que se atrevieron a cruzar guantes con él, con la sola excepción del soviético Igor Visotski, quien le ganaría los dos combates individuales que sostuvieron a lo largo de sus carreras.

Stevenson – Alí la eterna polémica

Además de por su probada calidad, Teófilo Stevenson fue a lo largo de su brillante carrera deportiva una figura muy mediática por coincidir con otro boxeador fuera de serie, el norteamericano Cassius Clay, «Muhammad Alí«.

El total dominio en paralelo de los dos campeones, en el mundo amateur el de Stevenson, en el profesional el de Alí, hizo que los promotores vivieran por largos años la fantasía de enfrentarlos en un combate singular.

Teófilo Stevenson y Muhammad Alí
Teófilo Stevenson y Muhammad Alí

Las dificultades que implicaba organizar un combate así, tanto en el carácter deportivo (debía realizarse bajo el reglamento amateur, lo que no era aceptable para los patrocinadores) como político debido a la confrontación Este – Oeste impidieron al final saber cual de los dos atros brillaba más fuerte en el universo de los puños.

Tras ganar el Mundial de Reno en 1986, Teófilo Stevenson decidió retirarse, decisión que haría efectiva dos años después en medio del cariño del pueblo tunero en la recién inaugurada Sala Polivalente Leonardo MacKenzie Grant.

A partir de entonces, Teófilo Stevenson dedicaría su vida a fomentar la práctica del boxeo en Cuba desde la federación de este deporte.

Teófilo Stevenson falleció repentinamente en La Habana el 11 de junio de 2012 a la edad de 60 años.

Miles de cubanos acompañaron su féretro hasta la Necrópolis de Colón. Sin embargo, dos años después sus restos mortales serían trasladados al Cementerio Municipal de Puerto Padre, pueblo donde viviera sus primeros años y lugar donde descansan también sus padres Teófilo y Dolores.