Silvio Acosta fue un arquitecto cubano que presidió el Colegio de Arquitectos de La Habana. Su obra más famosa es, sin dudas, el Edificio de La Tabacalera en la calle Morro No. 268 entre Colón y Trocadero en La Habana Vieja.

El edificio de La Tabacalera constituye uno de los más altos exponentes del estilo Art Déco en Cuba y antes de 1959 estaba ocupado por oficinas de varias empresas, sobre todo del área de los seguros. En la actualidad en el mimo funciona la Agencia de Protección Contra Incendios.

Bendecido por el mismo Cardenal Arteaga durante su apertura en 1948, el Edificio de La Tabacalera es un inmueble medianero que llama particularmente la atención por su pórtico escultural, en el que dos soberbios atlantes en forma de columnas, que fueron esculpidos por Rita Longa y que representan la «Cooperación» y la «Previsión», sostienen el vano.

Otros proyectos notables de Silvio Acosta son las viviendas unifamiliares situadas en el Paseo Catalina entre 15 y 17 en Miramar; la residencia del Dr. Helio Rodríguez Acosta y los apartamentos situados en el No. 502 de la calle 84 entre 5ta y 5ta A.

Silvio Acosta y la Revista de Arquitectura

El arquitecto Silvio Acosta fue un habitual colaborador de la revistas especializadas de la época:

Sus ensayos, análisis especializados y trabajos teóricos aparecen con frecuencia en la excelente revista de Arquitectura (Cuba) y cubren un muy largo período que se extiende entre los años 1928 y 1960.

Fuera del campo de la arquitectura, Silvio Acosta desarrolló una gran actividad cívica que le llevó a formar parte de varias asociaciones e instituciones oficiales más allá del Colegio de Arquitectos.

Así, integró, por ejemplo la Comisión Nacional de Arqueología, que fuera creada por decreto del presidente Federico Laredo Bru, y de la que formaran parte algunos de los intelectuales más relevantes de la época.