En un artículo anterior estuvimos hablando sobre la introducción del Judo en Cuba por el maestro Andrés Kolychkine Thompson, debido al interés que suscitó, el equipo de Fotos de la Habana entrevistó en Matanzas a un ex alumno del maestro. En esta entrevista Antonio (Tony) Pérez de Prado, nos habla acerca de sus recuerdos sobre Kolychkine, los entrenamientos, su calidad humana, etc.

Para el entrevistado constituye un honor que casi desde cinta azul fuera seleccionado por Kolychkine como sempai (monitor), e incluso siendo ya cinta marrón, poder tener su propio colchón en el que era él quien daba las clases y recibía visitas ocasionales de Kolychkine.

Tony fue campeón en el año 66 de la categoría ligera y en el 68 quedó en segundo lugar. Actualmente es Doctor en Física, y un reputado profesor de la Universidad de Matanzas.

FH: Cuando comenzaste a entrenar con el maestro Kolychkine ¿ya sabías quién era, conocías que fue el introductor del Judo en Cuba?

TPP: No, no lo sabía, eso lo descubrí tiempo después de ser su alumno. Sabíamos que era 5to Dan y que impartía clases de judo también a los estudiantes de Ciencias Médicas. Posteriormente fue que nos enteramos que había sido entrenador del equipo nacional de judo y el introductor del judo en Cuba.

Andres Kolychkine
Andrés Kolychkine

FH: ¿Cómo era el maestro como sensei?

TPP: Era un sensei indudablemente buenísimo, incluso diría que excelente, una persona muy recta, muy muy recta, pero de un trato delicado y demostraba gran elegancia a la hora de dirigirse a los demás. Era muy exigente con el dominio de la técnica, exigía mucho para que la técnica estuviese depurada, aunque sin llegar a ser en extremo perfeccionista.

A pesar de ser tan recto y exigente, era alguien que estimulaba tus avances y victorias. En su opinión, a partir del dominio de la técnica es que podías controlar los otros factores. Si usted dominaba bien la técnica, entonces podías: tener un buen combate, saber el mejor contraataque por la posición, podías reaccionar más rápido y adecuadamente ante cualquier movimiento del adversario, encuentras el momento oportuno para aplicar la técnica; el dominio de la técnica era lo que te permitía ser competitivo.

Recuerdo que para perfeccionar dicho dominio de la técnica nos exigía hacer muchas entradas de los movimientos necesarios para las proyecciones, ya sea solo la entrada inicial o la proyección completa y tanto estáticos como desplazándonos. Los alumnos de Kolychkine o de alguien formado por él, se diferenciaban de los de otras escuelas por su dominio sobre la técnica, su forma de combatir erguida, su elasticidad en el combate en vez del uso de la fuerza.

La escuela de Andres Kolychkine

La escuela de Kolychkine tenía características propias que provenían de su manera de instruir, de educar, de respetar el tatami, inculcaba una serie de valores y conductas que eran propias de su personalidad y de su amor y dedicación al judo. Solo puedo decir que era un maestro excelente e integral.

FH: Imagino que en algún momento el maestro te habrá proyectado, ¿cómo era una proyección de Andres Kolychkine?

TPP: Cuando eras proyectado por Kolychkine como su alumno (no sé cómo contrincante), tenías la garantía de que ibas a caer correctamente y que tenías el nivel necesario para soportar la proyección y tenía una técnica excelente

FH: Que técnica era las que más fuerte ejecutaba.

Andres Kolychkine, Libro Judo

TPP: Su proyección fundamental era el “hane-goshi” en el cual era especialista, de hecho, no le hacía esa proyección a cualquiera si consideraba que no tenía el nivel necesario para soportarla.

FH: Sé por los años en que participaste en mis entrenamientos que prefieres el Judo de antes, ¿crees que ahora el Judo es más flojo? ¿Ves mucha diferencia del judo que te impartió el maestro al de ahora?

TPP: Lo que sí es cierto es que en la actualidad el judo es más competitivo, se hace más énfasis en pasar de cinta y en ir a competencias que en el verdadero dominio de las técnicas requeridas para el programa de cada cinta. Actualmente las personas pasan de cinta en muchas ocasiones por tener un dominio y un conocimiento parcial sobre las técnicas requeridas por el programa, pero no tienen un verdadero control y conocimiento sobre cada técnica como era exigido en aquellos tiempos.

FH: Cuéntame alguna anécdota que se te haya quedado grabada de esos años.

TPP: Una vez, cuando yo era cinta azul, hubo una competencia contra los judocas del MININT. A mí me tocó combatir con un cinta verde (un kyu por debajo de la mía) y en el combate el contrario me da un golpe bastante fuerte, lo cual me molestó y al proyectarlo caí directo en un makinkomi que lo dejó sin aire.

Judo
Símbolo del Judo

En ese momento el maestro Andres Kolychkine no mencionó nada al respecto, pero aproximadamente una semana después comenzamos a hacer ramdori en el colchón y el sensei me seleccionó como su uke, me hizo muchas proyecciones, entre ellas: “hane-goshi”, “de-ashi-barai” y yo estaba constantemente en el aire. Cuando terminó de hacerme proyecciones, pasamos al newaza y continuó ahí otro buen rato. Al terminar no tenía yo fuerzas y el maestro me dijo:

Eso es para que no olvides que una cinta superior nunca abusa de una cinta inferior”.

FH: ¿Valorarías a Kolychkine como un hombre difícil, o como una persona accesible?

TPP: No era alguien difícil, era muy recto y el solo se daba a respetar, pues exigía de vuelta el respeto que él tenía hacia los demás, pero no se le podría clasificar como alguien difícil o inaccesible.

FH: Algo más que quieras decir y que no te haya preguntado

TPP: Nada en especial, pero si cabe destacar que de Kolychkine solamente tengo recuerdos gratos, mentiría si digo que tengo con él algún recuerdo degradable.