Cuando La Habana aún estaba atada a las formas decimonónicas de hacer las cosas una publicación revolucionaría el panorama. La Revista Social de Conrado Massaguer lo cambió todo.

En Enero de 1916, en el # 170 de la calle 4 del Vedado, vio la luz esta publicación que de golpe, y sin aviso, ponía el arte al servicio de un rotativo de inicio banal.

Se nota que estuvo pensada para ser revolucionaria: excelente papel, portadas de alto vuelo artístico, técnica de impresión moderna -pimera de su tipo en América-  como la fotolitografía, plumas de renombre a cargo de la dirección y las secciones, o un elevado número de mujeres en su nómina. Costaba 30ctv, mientras que las otras solo 10, pero lo valía. Lo valía tanto que hoy se conservan en perfecto estado sus ejemplares.

Revista Social
Índice de anuncios de la Revista Social

Este escribidor ha visto digitalmente muchos de sus números (en nuestros archivos están, y como el arte no es privativo las ponemos a disposición de ustedes, pueden contactarnos aquí) y cree que resulta un deleite visual, la creatividad aplicada al periodismo es muy alta en sus páginas.

Revista Social: Arte y evolución

Pero Social tenía demasiados pesos pesados para seguir siendo una revista dirigida a los caprichos de la alta sociedad, pronto -sin dejar de vista su objetivo fundacional- fue ahondando en su nombre y comenzó a reflejar las nuevas tendencias artísticas y literarias; la visita de intelectuales como Federico García Lorca, Juana de Ibarbourou… exigir la libertad de otros como Miguel de Unamuno, José Carlos Mariategui o Alejo Carpentier.

Reflejo de la calidad y el prestigio de la Revista Social son los nombres ilustres que escribieron en sus páginas -de distinta nacionalidades y tendencias- como: Juan Marinello, Alfonso Hernández Catá, Enrique Serpa, Agustin Acosta, José Zacarías Tallet, Rubén Martínez Villena, Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Ramiro Guerra Sánchez, Luis Felipe Rodríguez, Rafael Suárez Solís, Rafael Esténger, Medardo Vitier, Antonio Iraizoz, Regino Pedroso, Félix Pita Rodríguez, Emilio Ballagas, Enrique Labrador Ruiz, Fernando Ortíz Fernández, Manuel Navarro Luna, Raúl Roa García, Gonzalo de Quesada y Miranda, Emeterio S. Santovenia, José M. Valdés Rodríguez y José Luciano Franco.

ecured.cu

Pero fue al quinto mes de su nacimiento que la Revista Social ganaría un asiduo que en unos años se convirtió en su Director Literario, y que sin dudas pesó mucho en los nuevos caminos -mas allá de la moda y vacaciones en New York- que tomaría. Emilio Roig de Leuchsenring fue el hombre que la abrió a todas sus potencialidades.

Revista Social
En cada número de la Revista Social se hacían reseñas de libros que eran enviados por sus autores a la redacción.

Los estudiosos del tema coinciden que la entrada de Roig radicalizó socialmente a la revista, y que sin dudas fue una de las razones por las cuales Social se convirtió en vocera del Grupo Minorista, en esa segunda etapa que los especialistas señalan como «de esplendor«.

Andando el tiempo la Revista Social cumplió 15 años, y las musas ocurrentes de Massaguer y Roig se lo celebraron con una fiesta -de la cual la portada de ese enero terminaría siendo icónica-, como se ve en la ilustración siguiente.

Revista Social
Una de las grandes portadas de la Revista Social, la de sus quince.

Luego del cierre producido por la persecución de Machado Social reaparece en el 35, más banal que en sus inicios, esta vuelta atrás era intolerable para Roig, quien en carta abierta a Massaguer renuncia a su labor de dirección y abandona el rotativo. La renuncia de Emilito le dio el tiro de gracia a la Revista Social, quien sin previo aviso, como mismo había nacido, dejó de circular en Julio de 1938.

Nada puede sin embargo enturbiar la impronta y el legado artístico, literario, y social de esta revista. La primera en América en muchos aspectos.