Pupy Pedroso fundó en el año 2001 su propia agrupación, Pupy y los que Son Son, con la cual se convirtió en uno de los grandes directores y arreglistas de la música popular bailable en Cuba.
Ese notable suceso de iniciar una agrupación y recibir el respaldo de la crítica y el público no sorprendió a nadie pues Pupy, el sandungero de Pogolotti, había sido durante 32 años el pianista y acople fundamental de la orquesta insignia de la segunda mitad del siglo XX la música popular cubana, Los Van Van.
La entrada de Pupy Pedroso y los que Son Son en el ambiente musical antillano se distanciaba de las sonoridades de la agrupación dirigida por Juan Formell. Esta distancia entre la obra de ambos creadores ya se había manifestado dentro de algunas composiciones que Van Van grabó, sin embargo, la aceptación de ambas corrientes musicales por gran base de seguidores del grupo hizo menos visible está ruptura.
De la Timba a Pogolotti
El ser humano tiene una amplio margen de mejora y aprendizaje, pero en esencia los integrantes de la élite en cualquier especialidad técnica destacan por una serie de herramientas propias, que algunos incluso no llegan a entender ni a desarrollar s plenitud. En gran medida a Pupy Pedroso esa capacidad le venía de casa.
hijo y nieto de músicos profesionales no era difícil prevenir el rumbo que tomaría. Sin embargo no fue sencillo para Pupy Pedroso perfeccionar esas habilidades naturales, una anécdota curiosa cuenta que el piano de su casa tenía una manchita en la nota DO a partir de la cual él ubicaba las notas musicales. Cuando le invitaban a tocar fuera de su casa, al joven Pupy se le hacía de noche sin aquella referencia.
En su casa conoció a Paulina Álvarez, a Abelardo Barroso, al gran Cheo Marquetti, a Dominica Verges, y a una larga lista de músicos de los años cincuenta que pasaban a ver a su padre, César «Nene» Pedroso, que compartió escenario con las Orquesta Sensación y el Conjunto Chappottín entre otros agrupaciones.
Los tumbaos particulares de Pupy Pedroso parten de los que hacía su padre, pero el autor de «Seis Semanas» también nombra al pianista de Arcaño y sus Maravillas, Jesús López como una de las influencias fundamentales para su evolución, no en balde Jesús estaba considerado uno de los pianistas cubanos más adelantados a su época.
Estudios y escenarios
Matricularía a finales de los años cincuenta en el Conservatorio Amadeo Roldán, y aunque no terminaría los estudios, allí conocería a Lino Frías, el pianista de la legendaria Sonora Matancera quien estaba matriculado en el Conservatorio. En aquella época los niveles eran por habilidad, y no por edades, de ahí que niños de 12 años coincidieran en las clases con curtidos tecladistas que buscaban perfeccionar ciertas áreas de su técnica.
A Pupy Pedroso, coincidiendo con sus estudios, su padre le daría la oportunidad de suplirle en algunas actuaciones en los clubes nocturnos de la ciudad. El joven de apenas 16 años se ve superado varias veces por la frenética energía de los espectáculos en vivo, al punto que habla con su abuela para que interceda ante el padre, reconociendo que aún no está capacitado para los grandes escenarios.
En su búsqueda por mejorar matrícula en varios cursos recibiendo clases de Odilio Urfé, Edmundo López e incluso Chucho Valdés, consolidado ya como el gran pianista de la música moderna cubana (nombre usado para referirse al latin jazz o afrocuban jazz). Intercalando los niveles de aprendizaje con actuaciones en vivo forma parte de la agrupación juvenil «Fascinación».
Ensayando con esta orquesta ocurrió una anécdota que Pupy Pedroso repite en varias entrevistas por lo que significó para su carrera.
«Estábamos ensayando, y aparece un policía, yo sabía que él era policía y entra al ensayo y le pide permiso a los músicos que estaban conmigo ahí, los compañeros míos y les dice: «Permiso un momentico que él va conmigo a acompañarme». Yo sabía que él era policía y que era compositor también y bueno, nada, salimos y en la otra calle había un carro y me lleva para allá. Y dentro del carro estaba Elio Revé que me dice: «Dale, que nos vamos a ensayar» y nos fuimos para Radio Progreso, y ahí estaban ya los músicos y todo, listos para el ensayo. (Pupy Pedroso se ríe y confiesa) » Pa mi que todo estaba preparado ya».
Pupy Pedroso en el Documental Siempre PUPY
De la Revé a Van Van, y a la decisión más difícil
En el Charangón de Elio Revé tiene la posibilidad de entrar en contacto con el changüi y posteriormente con el changüi progresivo. Pero sobretodo se produce el encuentro fortuito entre Juan Formell y Pupy Pedroso que dará inicio a la espectacular orquesta Los Van Van.
El propio Pupy Pedroso se rinde al deslumbramiento que le produjo la figura de Formell y la modernización que trajo a la famosisíma orquesta de Elio Revé. Las raíces de Formell, eminentemente jazzísticas, y las de Pupy Pedroso, puramente soneras, se fundieron y quedó claro que la Revé, con toda su grandeza, no podía controlar la explosión emergente de la conjunción de los dos jóvenes creadores.
Deciden irse de la Revé, y con ellos se van varios músicos, sin embargo, por respeto a Elio Revé esperan a que este arme nuevamente su Charangón y durante cerca de nueve meses se dedican a ensayar sin cobrar. Las bases musicales del proyecto estaban consolidadas, sin embargo el nombre no aparecía.
Pupy cuenta que mientras descansaban tras un trabajo voluntario no encontraban un nombre con gancho. Las propuestas sonaban a tríos siguiendo los grandes nombres de la época como Los Panchos, Los Embajadores, pero a Formell no le gustaban para una agrupación que sería revolucionaria y rompedora. Pupy Pedroso propuso Los Bang, como un disparo, un estruendo, y aunque a Formell no le gustó en primer momento, quizás por el popular slogan azucarero, asoció el Bang con Van y repitiéndolo para darle más potencia llegó al definitivo, Los Van Van.
Hablar de Pupy Pedroso y su paso por los Van Van se resume en éxito y popularidad. Esa gran academia de música le permitió a Pupy poner a prueba algunas de sus creaciones y testear sus propias inquietudes musicales, siempre cercanas al son tradicional. En el año 2001 se produce el gran salto al vacío de César Pupy Pedroso, la fundación de su propia orquesta, Pupy y los que Son Son.
«Me decidí por ese nombre porque es una forma de expresar que están los que tienen que estar y a la vez hacer un reconocimiento a los que son, a la vez que al son como género musical de donde parten mis raíces musicales»
Pupy Pedroso sobre el nombre de su orquesta
En el Documental «De la Timba a Pogolotti» el pianista confiesa que pararse delante de su amigo Juan Formell y comunicarle su decisión de realizar un proyecto en solitario a tiempo completo, es lo más difícil que ha hecho en su carrera artística.
Como en todas las separaciones se produjo un distanciamiento entre ambos, al punto que en una actuación en conmemoración de la Orquesta Revé, tocaron nuevamente juntos pero sin intercambiar mirada ni saludo, a Pupy Pedroso aquello le partió el corazón, como él mismo confiesa.
Al final, la hermandad, el respeto y el talento de ambos músico se impuso y un par de años después, coincidiendo en un festival ambas agrupaciones, siendo Pupy Pedroso y los que Son Son quienes tocaban antes de Juan Formell y los Van Van, sería Formell el que se subiría al escenario para escuchar la actuación de su amigo.
Al finalizar ambos se fundieron en un abrazo, quedando reparados los desagravios y distanciamientos. Desde entonces los caminos de Pupy y los Van Van han seguido cercanos; el propio Pupy reconoce que sigue sintiéndose un integrante de la agrupación fundada por Formell.
Con los que Son Son grabó varios CD desde el debut de la agrupación el 4 de octubre del 2001 en Güines como Pupy el Buenagente (2005), Qué cosas tiene la vida (2007), Tranquilo que yo controlo (2008), Siempre Pupy (2011), Pasándola bien (2018) y Re-Percusión (2021). Los sellos musicales de esta nueva etapa de Pupy están marcados por la potencialidad de los teclados, la percusión y las trompetas, ensamblados en ritmos frenéticos y bien acoplados.
Es imposible desconocer la influencia de Changuito (José Luis Quintana) y Calixto Callava, dos de los grandes percusionistas de la música popular cubana.
Durante sus años como integrante de Van Van, Pupy Pedroso realizó varias colaboraciones con canciones originales suyas o de otros soneros, siendo el álbum Fruta Prohibida (1995) que salió bajo el nombre de César Pedroso y su orquesta y que también se puede encontrar en algunos catálogos como «Lo Mejor de César Pedroso». En ese disco participaron Omara Portuondo, Xiomara Laugart, Isaac Delgado, Pedrito Calvo y Mayito Rivera entre otros intérpretes.
Pupy Pedroso falleció en La Habana el 17 de julio de 2022 tras una larga convalecencia y con su muerte partió uno de los últimos grandes de la música cubana.
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