Desde el 11 de enero de 1946 se celebra el Día del Ingeniero en Cuba. Se tomó esa fecha en homenaje al ilustrísimo Francisco de Albear y Fernández de Lara; quien proyectara el Acueducto de Vento, una de las maravillas de la ingeniería civil en la Isla, y que nació ese mismo día pero del año 1816.

El acuerdo que declara el 11 de enero como Día del Ingeniero en Cuba se tomó por la Junta Directiva de la Sociedad Cubana de Ingenieros, a propuesta del ingeniero Luis Silva Savio, en la reunión que celebró ese día de 1946.

Monumento al ingeniero Francisco de Albear y Fernández de Lara en cuyo honor se estableció el 11 de enero como Día del Ingeniero en Cuba
Monumento al ingeniero Francisco de Albear y Fernández de Lara en cuyo honor se estableció el 11 de enero como Día del Ingeniero en Cuba

El Día del Ingeniero en Cuba

Ese día 11 de enero de 1946 los ingenieros se dirigieron a pie desde la sede social de la Sociedad Cubana de Ingenieros en la misma calle Monserrate hasta el cercano monumento a Albear, ante el que colocaron una ofrenda floral. En los discursos que se sucedieron, los miembros de la Sociedad Cubana de Ingenieros, expresaron su intención de repetir el acto año tras año.

Así, cada 11 de enero, desde ese lejano entonces, se celebra el Día del Ingeniero en Cuba y se le rinde homenaje a Francisco de Albear, cuyo talento y constancia se aspira constituyan una meta a seguir para todos los profesionales del gremio en la Isla.

Tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959 y la disolución de la Sociedad Cubana de Ingenieros, el Día del Ingeniero se siguió celebrando por su ente sucesor, la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC) a la que como bien dice su nombre también quedaron integrados los arquitectos; si bien también existía un Día del Arquitecto (el 13 de marzo, fecha de fundación de su Colegio) que se dejó de celebrar y que luego fue retomado por estos muchos años después.