La calle Campanario, en el municipio de Centro Habana, nace en Malecón y muere en la Calzada de Belascoaín. A lo largo de las 23 manzanas que recorre se cruza con varias de las arterias viales más importantes de la ciudad como San Lázaro, Neptuno, Zanja y Reina.

De la calle Campanario a la calle Aranguren y viceversa

El primer nombre que recibió la actual calle Campanario fue el de «calle del Campanario Viejo«, por la primitiva torre que tenía la Iglesia parroquial de Guadalupe, cuyo fondo da a esta calle en uno de sus ángulos con la calle Salud.

Por el acuerdo No. 454 del 4 de septiembre de 1916, el gobierno de la República la calle pasó de llamarse Campanario a llamarse Néstor Aranguren, en honor al bravo coronel del Ejército Libertador cubano, nacido en esa calle el 14 de febrero de 1873 y muerto durante la última guerra por la independencia de Cuba.

Sin embargo, ese cambio de denominación, como la gran mayoría de los que ocurrieron durante las tres primeras décadas de la República no surtió efecto alguno en la población habanera, que siguió llamando a la calle por su antiguo nombre.

Esa fue la razón principal que esgrimió el historiador Emilio Roig de Leuchsenring al dirigirse a las autoridades cubanas en 1936 para pedir que restituyeran el nombre tradicional a la calle Campanario y otras de La Habana que se encontraban en la misma situación.

El cambio de nombre a las calles no debe realizarse arbitraria y caprichosamente, porque el fin que se persigue al poner nombres a las calles, es que el público las conozca por esos nombres y las denomine así; y cuando se quiere honrar a una persona o una nación o rememorar un acontecimiento histórico, no se le impone el nombre, la fecha o el suceso a una calle, con el único objeto de que en sus esquinas aparezca una tablilla con tal denominación; sino, principalmente, para que el público, cada vez que a esa calle se refiera, recuerde y tribute homenaje a la personalidad, la nación, la fecha o el suceso de que se trata.

Y lo que nunca se persigue, desde luego, al cambiarle el nombre antiguo a una calle, es que ese cambio, en lugar de homenaje, resulte un menosprecio o una protesta por parte del público y motivo de confusión, dificultades o trastorno.

Roig de Leuchsenring, Emilio. Las calles de La Habana, bases para su denominación y restitución de nombres tradicionales y populares.

En el caso de las calles como Campanario, que habían sido renombradas en honor de héroes de la guerra de independencia, Roig de Leuchsenring sugería que el nombre que se retiraba se trasladase a las nuevas urbanizaciones de la ciudad.

Intersección de la calle Campanario con la calle Belascoaín
Intersección de Belascoaín y Campanario

Sostenía el historiador, con razón, que en eso nuevos repartos sí «prenderían» entre sus vecinos y se cumpliría el objetivo de rendir homenaje a los héroes de la independencia, algo que se no había sucedido en los barrios más antiguos de la ciudad.

De esa forma, el nombre de Néstor Aranguren fue trasladado, por acuerdo de las autoridades a una de las calles paralelas a la Calzada de Ayestarán en el nuevo Ensanche del Vedado.

Protesta y ratificación

Los cambios propuestos por Emilio Roig de Leuchsenring fueron aceptados sin mayores problemas en todos los casos, con excepción, precisamente, de la calle Campanario.

El Dr. Gustavo Aranguren, hermano de Néstor, envió una carta protesta al Historiador de la Ciudad expresándose en fuertes términos contra la decisión de restituir el nombre tradicional de la calle Campanario:

Si la existencia de esa casa, la No. 33, donde nació Aranguren (y seis hermanos más) fabricada por su abuelo en 1860 y donde se casaron sus padres, no es causal bastante para darle nombre a la calle en recuerdo de su actuación en la revolución emancipadora y un campanario desaparecido tiene mayor importancia por ser ese nombre puesto por el populacho colonial, Aranguren no necesita que ninguna calle lleve su nombre.

Así de indignado le escribía el hermano del coronel Aranguren a Emilio Roig, pero este recibió el apoyo del Ayuntamiento y las clases vivas y Néstor Aranguren volvió a llamarse calle Campanario.

Residentes ilustres

En el No. 33 (antiguo) de la calle Campanario nació, como bien se ha mencionado, el Coronel del Ejército Libertador cubano, Néstor Aranguren. Allí, en el año 1910 se colocó una tarja conmemorativa en nombre de los Veteranos y Patriotas, a cuyo nombre hablaron los insignes patriotas Salvador Cisneros Betancourt y Enrique Collazo [1].

Referencias

[1] Por Néstor Aranguren. En El Veterano. Revista Cívico – Militar de Intereses Generales. La Habana. 16 de enero de 1910.