La película cubana Inocencia cumple el cometido de aportar luz a uno de los hechos más luctuosos del período colonial cubano. Lejos del teatro de la guerra, donde criollos cubanos buscaban la independencia, se produce el hecho que estremecerá definitivamente a La Habana, cuando fueron asesinados ocho jóvenes estudiantes de Medicina cubanos (criollos), acusados del delito de profanar la lápida del periodista integrista, y símbolo ideológico de las huestes del Cuerpo de Voluntarios, Gonzalo Castañón.

A lo largo de los años este hecho trágico, consumado un 27 de noviembre de 1871, ha sido constantemente homenajeado por el pueblo habanero, incluso desde tiempos de la dominación española como lo atestigua el monumento funerario levantado en el cementerio de Colón en 1890.

Monumento ubicado donde fueron fusilados los estudiantes de Medicina. Este hecho sirve de punto de partida para la película cubana INOCENCIA

Posteriormente, ya en período de ocupación norteamericano se derribó el cuartel de ingenieros, adyacente al castillo de La Punta, donde fueron fusilados los inocentes jóvenes cubanos, conservándose una pequeña pared como símbolo y memoria del oprobioso acto.

Pero quedaban páginas históricas por rellenar, en palabras del director, Alejandro Gil:

«Una de las premisas (para hacer la película) era hacer una inflexión entre el conocimiento que tiene la población de los acontecimientos y la falta de información real… En Cuba se marcha todos los 27 de noviembre hacia el mausoleo representativo de los ocho estudiantes de medicina pero también hay un desconocimiento de muchas de las informaciones que tienen que ver con la fecha»…

De ahí que el interés del equipo de producción por honrar a estos jóvenes trascienda el patriotismo y el chovinismo con que a veces se han enfocado producciones históricas, permitiendo que cualquier persona sensible a las injusticias se vea identificada con la línea argumental del la producción del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.

«Teníamos que operar en aras de que se dialogara desde el alma, desde el reconocimiento ético humanista con los acontecimientos… Esta es la línea fundamental de la película, manejar valores humanos universales, y por lo tanto desbordan el carácter doméstico de la película».

La película cubana Inocencia bucea con acierto en los temas históricos de la producción, por tanto, sin entrar en cuestiones técnicas, debemos reconocer que el acierto es de Alejandro Gil y su equipo. Aunque como señala el director, el tema no es nuevo para él, pues ya conocía los sucesos desde su acercamiento en forma de documental en 1992, realizado con asesoría de Eusebio Leal.

pelicula-cubana-inocencia cartel
Imagen del Cartel de la película cubana Inocencia (Fotos de Léster Pérez/http://www.inocenciafilme.cult.cu/)

Esa profundidad en el ambiente de la época, complicado aún más por la situación económica del país, se salva con notable eficacia. Pero las grandes virtudes de la película cubana Inocencia radican en el interés histórico, casi documental, con el que se presentan algunos sucesos al espectador.

Hechos que en su mayoría son mencionados someramente en los libros de historia cubanos, provocando la sorpresa y la identificación inmediata del público con la película. No en balde consiguió llenar los cines cubanos de jóvenes y mayores, ganando además los premios DEL PÚBLICO y el ESPECIAL DEL JURADO del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano 2018.

La película cubana Inocencia y Fermín Valdés Domínguez

El rescate de la figura de Fermín Valdés Domínguez (interpretado por Yasmani Guerrero) es el mayor acierto del largometraje de 120 minutos de duración. La obsesión justiciera de un hombre leal, -víctima él mismo, pues compartió presidio con sus compañeros de estudios y posteriormente debió cumplir condena en los jardines de la Quinta de los Molinos y el exilio-; es el hilo conductor del guión de Amílcar Salatti

Yasmani Guerrero interpretando a Fermín Valdés Domínguez en la película cubana INOCENCIA

Sin desdeñar los bien logrados escenarios, estas necesidades espirituales de los personajes (pese a ser una obra de ficción, las referencias históricas son muy directas, insertadas con un estilo clásico, pero eficiente) dotan de una emotividad genuina al argumento narrado en el largometraje, de la cual no puede escapar el espectador, reivindicando aún más el injusto suceso.

Algunos elementos históricos que el filme tiene el acierto de esbozar, además de resaltar la figura de Fermín -mucho más que el simple amigo-hermano del alma de nuestro Apóstol, José Martí-; radica la capacidad de mostrar la tensión que se vivía en la ciudad de La Habana y el tambaleante estatus del poder colonial.

filme-inocencia-3-siendo llevados al paredón
Imagen de la película cubana Inocencia que muestra a los jóvenes a punto de ser fusilados (Fotos de Léster Pérez/http://www.inocenciafilme.cult.cu/)

Hemos acusado a los gobernantes españoles de las penurias y carencias de la sociedad cubana hasta su independencia, pero con un eficaz manejo de los hechos, la película plasma la dualidad de poder que coexistía en La Habana, entre el mando político-militar y las élites españolas e integristas con su ominoso Cuerpo de Voluntarios como fuerza armada. Serían estas últimas las que forzarían la situación, moviendo todo tipo de influencias, para conseguir el castigo ejemplar a los jóvenes habaneros.

La voluntad de un hombre íntegro

Cuando finalmente Fermín Valdés Domínguez recuperó los restos de sus compañeros, -entonces enterrados en el Cementerio San Antonio Chiquito, adyacente al Cementerio de Colón-, inició las labores para poder darles un homenaje y sepultura acordes.

«Icé, con mis manos la bandera que, al lado del pedazo de pared de La Punta, dice al mundo que allí está algo de nuestro corazón, que aquella sangre allí derramada hace de aquel lugar, altar donde nuestro amor a la nacionalidad nos tiene siempre de pie y dispuestos a lo que el deber nos mande hacer en honra de ella.»

Imagen de la película cubana Inocencia que muestra al actor Caleb Casas interpretando al oficial español Federico Capdevila, defensor de la INOCENCIA de los jóvenes (Fotos de Léster Pérez/http://www.inocenciafilme.cult.cu/)

Recibió entonces un inesperado comentario de La Voz de Cuba, el periódico de extrema derecha del Partido Conservador, voz de los integristas españoles y criollos en la Isla de Cuba, que había sido fundado por Gonzalo Castañón en el cual contextualizaban la situación del país en aquel momento respecto a los hechos que involucraron a los jóvenes y que desencadenaron la acusación y el cruel fusilamiento:

«Habiendo venido á este país el hijo mayor de aquel hombre ilustre, D. Fernando Castañón, con el objeto de llevar á cabo dicha misión solemne, cediendo á las legítimas instancias del señor Valdés Domínguez, acaba de declarar públicamente que los restos de su señor padre aparecían intactos, así como su sepulcro, de lo que se deducía que, en tales^ conceptos, no hubo en los mismos profanación…»

Para finalizar el comentario de la siguiente forma:

«…tampoco nosotros debemos vacilar en hacer público de una manera franca y leal que hallamos muy legítimos los esfuerzos del Sr. Valdés Domínguez por rehabilitar el nombre de los estudiantes sentenciados en noviembre de 1871, y hacemos fervientes votos porque no vuelvan á turbarse la paz y la concordia reinantes hoy entre hermanos, que lo son todos los habitantes de Cuba, ni á repetirse sucesos tan tristes como los ocurridos en aquellos infaustos días. Ni una palabra más».

Habana, 28 de marzo de 1887.
Cuartel de ingenieros adyacente al Castillo de La Punta, se observa la placa colocada allí en memoria de los estudiantes de Medicina fusilados.

Este reconocimiento de la injusticia por parte de la sociedad española más fiel al poder colonial y enemigos del criollo y sus reivindicaciones emancipadoras, ayuda a comprender la severidad del veredicto y la justa lucha llevada a cabo por Fermín Valdés Domínguez para limpiar la memoria de sus compañeros de estudios.

Imagen tomada desde el mismo lugar que muestra la pared que se mantuvo como homenaje, gracias a los esfuerzos de Fermín Valdés Domínguez.

Esto no acabaría con la colocación de la tarja en el monumento de la Punta, sino que en 1890 se levantaría el conjunto escultórico-funerario del Cementerio de Colón donde descansan, además de los restos de los ocho estudiantes de medicina fusilados, el propio Fermín Valdés Domínguez, y de los defensores de los cuarenta y cinco estudiantes de medicina acusados de ultrajar la tumba de Castañón, el Doctor Domingo Fernández Cubas y el honrado militar español Federico Capdevila.

Una película necesaria

Si el director Alberto Gil hace un trabajo digno de mencionar, no cabe duda que la fuerza del filme recae en las actuaciones de Luis Manuel Álvarez, Héctor Noas, Yadier Fernández, Yaremis Pérez, Ray Cruz, Osvaldo Doimeadiós, Fernando Hechavarría, Néstor Jiménez, Yailene Sierra, Patricio Wood, Omar Ali, Jorge Treto, Niu Ventura, Edwin Fernández.

filme-inocencia-21 estudiantes en el cementerio con el carro
Imagen de la película cubana Inocencia que muestra a los jóvenes en el Cementerio de Espada (Fotos de Léster Pérez/http://www.inocenciafilme.cult.cu/)

El elenco que incluyó a consagrados y noveles, consiguiendo un solidez que lejos de resultar petulante, como otras producciones nacionales, consigue validar el argumento y convertir a la película cubana Inocencia, en una pieza imprescindible dentro de la filmografía histórica cubana, junto a obras como José Martí, el ojo del canario de Fernando Pérez o Lucía de Humberto Solás, por mencionar solo dos.