El camino del éxito no es siempre llano.. Que se lo digan a Paula Alí, a quien la fama le llegó más bien tarde y sufrió por el en la ruta, incomprensiones, olvidos y parametraciones, antes de triunfar de forma arrolladora y ganarse el corazón de los cubanos.

Paula Alí Rivera nació en Candelaria, Pinar del Río, el 26 de enero de 1938.

En 1959 comenzó a trabajar como modelo en la televisión cubana. Tenía entonces 20 años y, aunque desde pequeña se había interesado por el mundo del arte, no había tenido ninguna oportunidad de vincularse a él. Sería gracias a la también modelo Nidia Ríos, que anunciaba los cigarros Visant, a la que había conocido en Soroa, que Paula Alí se decidió a viajar a La Habana y presentarse a una audición. CMQ apostó por ella y la contrató como extra para sus comerciales.

Seis años después se integró, ya como actriz, al elenco del emblemático Teatro Martí, de la mano de Erdwin Fernández que le ofreció su primer papel en una obra.

Cierto que en un primer momento no le tocaron papeles importantes, pero en la Compañía de Teatro Jorge Anckerman que dirigía Eduardo Robreño, y a la que se integró en el Teatro Martí, pertenecían monstruos de la escena como Candita Quintana, Cuca Tellechea o Alicia Riso, por lo que salir de primera figura no era coser y cantar.

Eso sí, Paula Alí aprovechó los cuatro años que estuvo en el Teatro Martí para crecer como actriz, hasta que en 1969 se integró al grupo «Tercer Mundo» uno de los tantos colectivos de teatro que surgían por toda la Isla y reclamaban el talento joven. Con él trabajaría en las comunas agrícolas y en los espectáculos que se llevaron al campo durante la llamada Zafra de los 10 Millones. Tras esa experiencia se integraría al Teatro Estudio de Raquel Revuelta.

Menos un período de tiempo en los años 70 en el que fue apartada injustamente de la actuación por injustas y erráticas políticas culturales, Paula Alí ha estado siempre vinculada al teatro, tanto en el Teatro Estudio, al que ha dedicado toda su larga vida como artista, como en otros proyectos a los que se ha vinculado ocasionalmente.

«El teatro tiene un encanto superior que es el de tener el público enfrente, cada día tienes la ocasión de mejorar el personaje. «

Entrevista ccon Paula Alí

Quedan en la memoria de aquellos que tuvieron la suerte de verla actuar, sus interpretaciones en «La Celestina» y «La casa de Bernarda Alba», dos de las obras que han formado parte siempre de su reportaría y en las cuales reveló en toda su maravillosa expresión sus dotes como actriz.

Paula Alí del cine a la televisión

Sin embargo, si bien el teatro la consagró como actriz, la fama se la dio a Paula Alí la televisión. Sus actuaciones en telenovelas como «El año que viene» (1993) y «Las huérfanas de la Obrapía» le ganaron el corazón del público, que desde entonces la colocó en el altar de su preferencia.

Paula Alí durante el rodaje de "Boleto al paraíso" de Gerardo Chijona
Paula Alí durante el rodaje de «Boleto al paraíso» de Gerardo Chijona

Además de las novelas, en las que sin dudas brilló, también se le recuerda por su papel de Rosa Matriz en «Punto G», el popular humorístico protagonizará por varios años junto a su sobrino, el actor Jorge Alí, y la despampanante Heidy González (Hidroelia).

«Casi nunca digo no al trabajo y en una ocasión en un mismo actué en los tres medios: en la mañana, en la obra Las Huérfanas de la Obrapía, en la noche, en el teatro haciendo Yerma y en la madrugada, me fui a grabar la película Lista de Espera, de Juan Carlos Tabío. El trabajo no mata, sino todo lo contrario, lo que te destruye son los disgustos por imposiciones casi siempre de incapaces.»

Entrevista con Paula Alí

La prueba más reveladora de que Paula Alí ha sido por sobre todas las cosas una mujer de las tablas es lo tarde que llegó al cine. Su debut en la gran pantalla se produciría en 1988 en la película «Cartas del parque» de Tomás Gutiérrez Alea, cuando la actriz contaba ya con 50 años de edad y se le consideraba como una consagrada en el mundo del teatro.

A partir de ahí, intervendría en varias películas memorables como «Papeles secundarios» (1989) de Orlando Rojas , «El elefante y la bicicleta» (1994), «Lista de espera» (2000) ambas de Juan Carlos Tabío, y «Amor vertical» (1997) de Arturo Sotto, entre otras.

Paula Alí entrevistada por Amaury Pérez en el programa «Con dos que se quieran».