Carmelo, Vedado y Medina, fueron los primeros repartos de La Habana y de Cuba y se urbanizaron homogéneamente, pero, trascendió para el siglo XX y hasta nuestros días con un nombre común a tan gigantesca urbanización: Vedado, que duplicó en superficie la hasta entonces ciudad de La Habana que apenas rebasaba la Calzada de Belascoaín por el oeste llegando progresivamente a la de Infanta.

Los tres repartos se construyeron en las estancias homónimas que, a su vez, estaban dentro de la demarcación rural que desde 1665, el ayuntamiento de San Cristóbal de La Habana denominaba indistintamente “terreno vedado” o “monte vedado” al estar prohibido su acceso a personas y animales para la protección de piratas que podían incursionar en él.

Carmelo – Medina – Vedado

Después de la aprobación oficial del proyecto poblacional del Reparto del Carmelo (1859), se aprueba la parcelación de la hacienda de José Jacobo Frías Jacob, Conde de Pozos Dulces, y sus hermanos Dolores, Ana y Francisco, para dar lugar al Reparto Vedado (otras 29 manzanas entre los propuestos boulevares de Paseo, al oeste y la Calle G, al este y desde el litoral norte hasta la calle 15, al sur), aprobado por el ayuntamiento habanero el 18 de mayo de 1860.

El reparto Medina se proyectó desde 1865 pero no fue hasta 1883 en que se iniciaría, al sur del Vedado, desde la calle 15 como límite entre ambos, hasta las estribaciones de la loma del Príncipe Juan y desde el río Almendares hasta lo que en la centuria veinte se conocería como La Rampa.

Sería fomentado por Javier Bossi y la familia de Cayetano, Carmen y Lázaro Medina, propietarios de las canteras de Aulet, en lo que después sería “el hueco de 23 y K”.

Los Medina quisieron dejar de recuerdo su apellido en la anchurosa avenida que proyectaron orientada de este a oeste desde el río hasta la costa: Avenida Medina, que al enumerar las calles sería la calle 23, convertida en el siglo XX en la principal arteria de toda la urbanización de Carmelo-Vedado-Medina.