Manuel Febles Valdés fue un ingeniero civil, arquitecto y político cubano. Presidió el Colegio Provincial de Arquitectos de La Habana y se desempeñó como Ministro de Obras Públicas durante el gobierno de Carlos Prío Socarrás.

Nació en 1906. Se graduó como arquitecto en La Universidad de La Habana en 1926 y cinco años después obtuvo también el título de ingeniero civil.

En 1946 fue nombrado Jede del Departamento de Urbanismo de La Habana y al llegar a la presidencia de la República su viejo amigo y compañeros de aula el Dr. Carlos Prío Socarrás, este lo designó como ministro. Un informe de la inteligencia de Estados Unidos a su Gobierno, lo calificaría entonces como:

«(…) una figura política relativamente desconocida. De carácter honesto y trabajador.»

Durante los dos años que ejerció su cargo como Ministro de Obras Públicas – y antes de ser sustituido por Luis Casero Guillén – el ingeniero Manuel Febles trató de impulsar el ambicioso Plan de Remodelación de La Habana (que incluía el Centro Cívico, la prolongación de la calle Paseo, la doble Vía de Rancho Boyeros, la Vía Blanca y la prolongación de la calle Ayestarán).

Bajo su gestión se concluyeron el Barrio Obrero en el municipio Guanabacoa, que había iniciado su predecesor José R. San Martín; el moderno Mercado de Carlos III, el Palacio de Bellas Artes y el Monumento a Antonio Maceo en el Cacahual.

Como arquitecto, sus proyectos más conocidos son el Campo Deportivo Rafael Conte en Dolores y 14, Lawton y la Creche Modelo en Arango esquina Villanueva.

Sin embargo, el proyecto estrella de Manuel Febles como arquitecto hubiese sido, sin dudas, la llamada «Plaza de la Cordialidad», una ambiciosa urbanización en el este de La Habana, de la que sólo se conserva lo que hoy llamamos la Rotonda de Cojímar.

Manuel Febles Valdés
Arquitecto Manuel Febles Valdés, Ministro de Obras Públicas de la República de Cuba durante el gobierno de Carlos Prío Socarrás

Manuel Febles, un arquitecto al servicio de los pobres

A lo largo de su vida Manuel Febles Valdés colaboró regularmente con la prensa profesional especializada, en la que realizó diversos análisis sobre la situación de la vivienda en el país y las formas de resolverla. De hecho, siguiendo la línea que inició en 1918 el arquitecto y urbanista Pelayo Pérez, y los más conocidos arquitectos Luis Bay Sevilla y José María Bens Arrarte; Luis Febles Valdés fue uno de los arquitectos que más escribió y se preocupó porque los pobres tuvieran acceso a una vivienda digna.

Ya, en fecha tan temprana como 1935, desde su cargo en el MOP había expresado la necesidad de construir casas para los pobres, sin descuidar la higiene y el urbanismo y dotando a los repartos que así surgieran de parques y espacios verdes que sirvieran de pulmones a la ciudad. Para Manuel Febles, la forma más rápida y efectiva de conseguir este propósito estribaba en eximir de impuestos a los propietarios que fomentaran repartos de casas baratas y que el Estado asumiera la construcción de una parte de estas.

Las ideas de Manuel Febles Valdés serían puestas en práctica durante el segundo gobierno de Ramón Grau San Martín en la construcción del Barrio Obrero, que el propio Febles terminaría ya como Ministro de Obras Públicas. Irónicamente – y a pesar de haber estado tanto en la concepción como en la concreción de ese el más importante de los proyectos de viviendas económicas que se realizara en Cuba durante la República – su nombre nunca se asocia con ese reparto obrero.

Manuel Febles y Luis Casero Guillén
El arquitecto Manuel Febles Valdés abraza a Luis Casero Guillén, su sucesor en el Ministerio de Obras Públicas

En 1950, por el decreto 2786 del 5 de septiembre, el presidente Carlos Prío le designaría como Presidente de la Comisión Nacional de Viviendas, que se creaba con el objetivo de resolver el problema de la vivienda en el país. De la Comisión formaban parte importantes figuras de la vida pública del país, incluido su colega Bens Arrarte. Desafortunadamente, el golpe de Estado del 10 de marzo, interrumpiría el cauce institucional y la Comisión Nacional de Vivienda no llegaría a nada.