Entre los arquitectos cubanos más destacados de la primera mitad del siglo XX se cuenta, sin dudas, Leonardo Morales Pedroso; quien gozara del favor de las clases más altas del país y diseñara varias de los palacetes más hermosos de La Habana.

Leonardo Morales Pedroso nació en La Habana el 25 de enero de 1887. Estudió en Estados Unidos, país donde obtuvo el título de arquitecto por la Universidad de Columbia en 1909.

Tras licenciarse trabajó con el estudio de Newton & Sola y ganó experiencia y relaciones junto al arquitecto Thomas Newton, quien había trabajado en la Secretaría de Obras Públicas durante la Segunda Intervención Norteamericana en Cuba.

Casa Sarrá de Morales y Compañía de Leonardo Morales Pedroso
La bellísima Casa Sarrá en Malecón esquina Lealtad, un proyecto de Morales y Compañía

Leonardo Morales, de Columbia al Estilo Morales

De regreso en la capital cubana en 1910, el arquitecto Leonardo Morales Pedroso se asoció con su hermano, el ingeniero Luis Morales Pedroso y con el también arquitecto José F. Mata en «Morales y Mata». Tras el abandono de la sociedad por este último en 1917, poco antes de su prematura muerte, la empresa pasaría a llamarse «Morales y Compañía». Ya en ese entonces estaba considerada como la más importante entre las firmas cubanas de arquitectura.

Convertido en uno de los arquitectos preferidos por la aristocracia cubana, Leonardo Morales diseñó, entre otras notables obras el palacete de la Condesa de Buenavista en 5ta y calle 6 en Miramar, que su colega Joaquín Weiss definiera como:

«La más hermosa y realizada con mayor propiedad entre los ejemplos de arquitectura vernácula trazados entre 1920 – 1930».

Diseñó también los palacetes de Pablo González de Mendoza en Paseo y 15 (que hoy sirve de sede a la embajada del Reino Unido); el edificio de Malecón 507, esquina Lealtad; la mansión del Dr. Eduardo Chibás en 17 esquina a H y la de Josefina Gracia de Mesa (que es hoy la embajada de la República Popular China) en 13, No. 551 en el Vedado.

De su autoría es, en el propio Vedado, el palacete de los Marqueses de Pinar del Río en 17 y B; y el de la viuda de Franca en en 21 y H; también la residencia de la familia Upmann en 17 y K ; la de Sebastián Puedes en 13 y 5ta; y el Hospital Ontológico en F entre 29 y Final.

En el Distrito Bancario de La Habana, Leonardo Morales Pedroso construyó el Banco Mendoza en la calle Obispo 305 y en Marianao el Colegio del Apostolado.

Siempre gozó de prestigio entre las clases altas del país y nunca le faltó el trabajo. Quizás por esa razón no fue un escritor y publicista notable, a diferencia de otros contemporáneos suyos, aunque eventualmente colaboró con las revistas especializadas del gremio.

Se considera que Leonardo Morales Pedroso tomó parte en cerca de tres centenares de proyectos a lo largo de su intensa y larga carrera como arquitecto. Tuvo, además la suerte, de llegar, a través del trabajo y el talento, a recrear un estilo propio que sería conocido como «Estilo Morales» y que distingue a la mayoría de sus obras.

A diferencia de casi todos sus colegas más destacados que tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959 tomaron el camino del exilio, Leonardo Morales Pedroso decidió permanecer en La Habana, donde falleció a una avanzada edad el 17 de noviembre de 1965.