Pocos rostros de la televisión cubana provocan tanta empatía y transmiten tanta confianza como el del meteórologo José Rubiera, quien ha acompañado a generaciones de cubanos a través de huracanes, frentes fríos y vaguadas. Gracias a él todos los nacidos en esta Isla somos también un poquito meteorólogos.

José María Rubiera Torres nació en San Antonio del Río Blanco, un pequeño poblado del municipio Jaruco al este de la ciudad de La Habana el 22 de enero de 1946.

Su familia era humilde, pero no pobre, pues su padre se había esforzado mucho hasta convertirse en perito azucarero en el Central Hershey y luego establecer una pequeña botica en el pueblo tras graduarse de Farmacia en la Universidad de La Habana.

«El viejo tenía tanto amor al estudio que cada día se encaminaba a pie a la Universidad, pues no tenía dinero para el pasaje del tranvía».

Entrevista a José Rubiera. Periódico Trabajadores.

El esfuerzo de sus padres fue siempre un ejemplo y una guía para José Rubiera quien asistía a la escuelita pública que sostenían unas monjas canadienses en su pueblo y, tras el triunfo de la Revolución, obtuvo una beca en el IPU Carlos Marx de La Habana, a donde se trasladó para continuar sus estudios.

Ya por ese entonces soñaba con ser meteorólogo, un sueño tan difícil como necesario, pues aunque en el país existían once estaciones meteorológicas sólo existía un meteorólogo.

José Rubiera… Ciclones al TV

En 1970, José Rubiera comenzó a estudiar Meteorología y tres años después se graduó de meteorólogo nivel 2. La licenciatura, que terminó seis años después la cursó mientras ejercía la profesión, lo que le permitió ganar en experiencia. Durante ese tiempo fue jefe de turno del Departamento de Pronósticos del Instituto de Meteorología y por un breve período estuvo al mando de la estación de la Isla de la Juventud.

Un joven José Rubiera presenta el parte meteorológico en televisión
Un joven José Rubiera presenta el parte meteorológico en televisión

Hasta que a José Rubiera se le ocurrió en 1980, cuando ya era jefe del Departamento de Pronósticos, proponer que se televisara el pronóstico del tiempo (una idea que el ICRT aprobó de inmediato) lo habitual era que los meteorólogos se presentaran en TV sólo cuando había aviso de ciclones.

Así, el 13 de enero de 1981 a las 11:00 am aparecía José Rubiera en la pantalla pequeña por primera vez para anunciar la llegada de un frente frío. Por primera vez, también, se daba el pronóstico del tiempo por un espacio de tiempo mayor de 24 horas, una iniciativa que el pueblo apoyó con entusiasmo.

Rubiera era el hombre ideal para el pronóstico del tiempo, tenía carisma, comunicaba bien, y a diferencia de otros a los que las cámaras y los micrófonos les sacaban el nerviosismo y le erizaban la piel, él se sentía cómodo en la televisión; quizás porque en 1970, poco antes de comenzar a estudiar Meteorología, había pasado por Radio Jaruco, como guionista, locutor y realizador de efectos especiales.

Desde entonces nunca ha dejado de presentar el parte meteorológico y, aunque con el paso de los años fueron surgiendo otros meteorólogos que se ganaron el corazón de los televidentes (como el licenciado Armando Lima, cuya muerte fue muy sentida por todos los cubanos), José Rubiera continuó siendo la primera cara del tiempo en Cuba, el hombre que todos querían ver en sus pantallas cuando algún ciclón enrumbaba hacia la mayor de las Antillas.

En 1991 José Rubiera, que ya era una figura popular en Cuba, se convirtió en Dr. en Ciencias. Su tesis, que escribió en un hotel de la URSS justo cuando esa nación se desintegra la tituló «Pronóstico de lluvia en cinco días» y la defendió ante un tribunal en el que se encontraba Mario Rodríguez Ramírez, decano de los meteorólogos en Cuba y su jefe y amigo en el INSMET.

Ttas décadas de trabajo José Rubiera se jubiló, aunque ocasionalmente, a pesar de su avanzada edad, aparece en la televisión para presentar su parte del tiempo, gesto que agradecen millones de cubanos que le admiran y le quieren.