José Ramón San Martín Odria fue un ingeniero, arquitecto y político cubano que ejerció el cargo de Ministro de Obras Públicas durante el gobierno de su primo el Dr. Ramón Grau San Martín.

Se graduó como arquitecto en la Universidad de La Habana en 1934 y tras licenciarse formó un pequeño estudio junto a su hermano Juan Pedro San Martín, con el cual proyectaron algunas pequeñas obras en la capital cubana.

En 1945 su primo, Ramón Grau San Martín, quien ocupaba por segunda ocasión la presidencia de la República, lo designó al frente de la Comisión Nacional de Fomento y poco después lo llamó a su gabinete para ocupar la cartera de Obras Públicas en sustitución del Dr. Gustavo Moreno Lastres.

José Ramón San Martín, mucho más que «Pepe Plazoleta»

Pocos apostaron entonces porque José Ramón San Martín – a quien no le avalaban ni una gran carrera política ni un notable éxito profesional – pudiera realizar una buena labor al frente de un ministerio muy complicado, que, además, había sufrido muchas convulsiones internas durante la gestión de su predecesor. Sin embargo, el joven mostró no sólo disposición, sino también una gran iniciativa y capacidad de organización, que lo llevaron a convertirse en uno de los dos ministros de Obras Públicas más recordados de la República, junto al «Dinámico» Carlos Manuel de Céspedes.

Como ministro, José Ramón San Martín Odria tuvo el buen tino de rodearse de hombres súper capaces, sin importarle que el prestigio profesional de estos estuviera a años luz del suyo. Así, nombró como Director General de Arquitectura a Luis Dauval y buscó la asesoría de Pedro Martínez Inclán, uno de los más reputados arquitectos cubanos del momento y profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de La Habana.

Bajo su égida se llevaría a cabo un ambicioso plan de obras públicas en La Habana como no se había visto desde el gobierno del general Gerardo Machado: En poco menos de cuatro años se inauguraron el Jardín Botánico y el Parque Zoológico; se trazaron la Vía Blanca y la Avenida 26 desde Boyeros hasta 23; se construyó el Instituto de Segunda Enseñanza de la Víbora; y, sobre todo se fomentó el Barrio Obrero de La Habana, proyectado por varios de los más talentosos arquitectos cubanos (Martínez Inclán, Romañach, Simonetti) quienes aplicarían en sus bloques de viviendas y espacios públicos el lenguaje de un Racionalismo pujante que terminaría por imponerse en la arquitectura de la mayor de las Antillas.

Por si esto pareciera poco, bajo la gestión ministerial de José Ramón San Martín se construyeron también unos 1 500 escuelas en la República, se terminó el alcantarillado de Bejucal , el Acueducto de Isla de Pinos y el Paso Superior sobre el nudo ferroviario que entorpecía el paso de la Vía Blanca.

Muy cuidadoso con su imagen pública, pues aspiraba a suceder a su primo en la presidencia, José Ramón San Martín dejó su nombre en bronce, en cuanta tarja o placa se colocó para identificar las numerosas obras públicas que se construyeron durante su ministerio (una circunstancia que si bien no le llevó a la máxima magistratura de la nación, sí le inmortalizó en el imaginario popular, pues al día de hoy continúa siendo el más recordado y reconocido de todos los secretarios y ministros que han pasado por los ministerios de Obras Públicas y/o Construcción).

Precisamente, para tratar de minimizar la obra y ridiculizar a José Ramón San Martín, se ha cultivado la narrativa de que el pueblo le apodó «Pepe Plazoleta» – por su costumbre de construir rotondas como forma de descongestionar el agobiante tráfico de La Habana – cuando lo cierto es que ese mote se lo colocaron sus adversarios políticos.

Mucho más político que arquitecto, no tuvo José Ramón San Martín el brillo profesional de muchos de sus contemporáneos (a los que llamó como asesores cuando estuvo frente al Ministerio de Obras Públicas); lo que no significa que no haya realizado algunos proyectos interesantes, como la vivienda racionalista de San Nicolás, No. 157 entre Ánimas y Virtudes (en la que todavía se pueden apreciar elementos decorativos propios del Decó), el edificio de la calle San Lázaro No. 906 o el de la calle 19, Nos. 1003 a 1007 en el Vedado.

Proyectos del estudio que tenía con su hermano Juan Pedro, son también el edificio de apartamentos de la calle 21, No. 508 entre D y E; el edificio de Manzarbeitia y Compañía en la Calzada de Ayestarán, No. 567 esquina San Pedro; y «la chocita» de su primo, el Presidente de la República, Ramón Grau San Martín en 5ta Avenida entre 12 y 14, Miramar.