Jorge Hernández Padrón, Jorgito Hernández en el mundo del cuadrilátero, quería ser nadador, no boxeador, y terminó ganando medallas olímpicas y mundiales en un deporte al que llegó, como Balado, por embullo de los amigos.

Nació el 17 de noviembre de 1954 en Párraga, La Habana, fue un niño asmático que soñaba con practicar natación, pero la idea de estar en el agua hiciese frio o calor, desanimó a los padres, y también a los médicos, quienes se opusieron a ello. Afortunadamente las creencias de entonces conservaron, para el boxeo, a quien luego se convirtió en uno de los mejores minimoscas cubanos de todos los tiempos.

Jorge Hernández y el mundo de la esquiva

La Escuela Cubana de Boxeo se caracteriza por un dominio, en toda la pirámide deportiva del país, del arte de la esquiva y la riposta, más el pelear en las tres distancias. Esas características las aprendió el adolescente Jorgito en Marianao, en el gimnasio Roberto Poland de Pogolotti, a donde llegó un día por embullo de los socios. Tenía catorce años, era 1968, ocho años después de ese día, en que los amigos lo azuzaron para que se apuntara, Jorge Hernández se convertía en Campeón Olímpico.

Pero en ese momento era solamente un negrito flaco y algo chiquito, que medía apenas 1.60 metros y pesaba unos cuarenta y pocos kilos. El entrenador, Julio Yú, no pensó entonces que aquel muchachito al cabo de muy poco comenzaría a acumular medallas, asegurándole su nombre en la historia del boxeo.

Tal vez por aquello del barrio y la hombría Jorgito entró aquel día al gimnasio, pero el quedarse fue una cosa de pasión, el boxeo se le metió en la piel y ya no pudo parar, a pesar de salir siempre en desventaja -muy bajito- en aquellos primeros combates de adolescencia, como aquel día en San Miguel, en que perdió su primera pelea oficial.

Empezaban mal las cosas para Jorge Hernández, pero no iba a abandonar por eso, su estilo de guapo y fajador se impuso también en su decisión de seguir -ah cuántos futuros campeones no se habrán perdido por dejar el deporte luego de perder el primer combate-, así, ganando y perdiendo, en el propio 1968, obtiene el título de Campeón Nacional en la categoría minimosca de la división escolar. Esta victoria, posiblemente lo haya salvado para Cuba.

Llega el rey y solo Alcides Sagarra lo nota

Luego de proclamarse campeón nacional de menores Jorge Hernández comienza dedicarle más tiempo al boxeo, sabe que tiene condiciones, pero en su caso debe esforzarse más, pues cuando el asma se presenta lo saca de los entrenamientos por días. Con el tiempo y el desarrollo vencería la enfermedad, pero a sus catorce años aún es un factor con el cual tiene que contar.

Jorge Hernandez

Así llega 1972, su primera oportunidad en un torneo de mayores de reconocida calidad, donde suelen juntarse los mejores púgiles de la isla. Esta ansioso, deseoso de mostrar su calidad, por lo que sale como un torrente de rapidez y agilidad de manos, tira y se mueve sin parar, va arrollando rivales hasta llegar a la final, donde se encuentra a un experimentado Julio Rivera, la pelea fue muy cerrada, y los jueces fallan 2-3. Jorge Hernández tendrá que esperar si quiere ser campeón de mayores.

Pero estaba exhibiéndose en la vitrina adecuada, en el lugar está Alcides Sagarra, quien decide llevarse a aquel negrito flaco y fajador para la preselección nacional, su instinto de caza talentos le ha sonado, ese muchachito que todavía no tenía dieciocho años podía llegar a ser el rey.

Poco después llega el torneo internacional Giraldo Córdoba Cardín, última parada del equipo Cuba que asistirá a las Olimpíadas de 1972, Jorge Hernández avanza hasta semifinales, donde se topa con el representante cubano a los juegos y rey de esa división desde hacía años, el santiaguero Rafael Carbonel, quien le vence dejándolo en Bronce. No podía saber que era su última victoria ante ese muchacho, que había llegado para sustituirle.

En efecto, al año siguiente Jorge Hernández le vence en la final del Playa Girón, mostrando una excelente técnica, que, unido a su rapidez y agilidad de manos, le dan su primer título de mayores. Para dejar claro que estaba listo se lleva también el Cardín. En solo un año en la preselección nacional su crecimiento técnico es notable.

En 1974 le dan su primera gran oportunidad en la selección nacional, debe defender la división minimosca en el Primer Campeonato Mundial de Boxeo, al cual asistieron los más fuertes púgiles del orbe. En su peso se encuentran varios medallistas importantes, incluido el campeón olímpico vigente. Todos cayeron derrotados y él obtuvo su título de Campeón Mundial a los seis años de haber pisado por vez primera un ring.

Jorge Hernandez
Jorge Hernandez campeon mundial 1974

Al año siguiente se colgó la medalla Panamericana, y arrasó en el Palaya Girón y el Cardín, Montreal estaba a la vuelta de la esquina y Jorge Hernández sería el representante de Cuba.

Ya era mucho más técnico, poseía gran movilidad de piernas hacia los laterales con buen poder de reacción, dominio de las tres distancias y un recto de derecha impresionante.

Todas estas cualidades las puso de manifiesto en la cita canadiense. En su debut, no tuvo dificultades para vencer por RSC (Referee Suspende Combate) en el tercero ante Vladislav Foudejejiev (BUL). La siguiente pelea fue frente a Soffa Yarawi (NIG), a quien le recetó un nocaut en el segundo acto. Ya en semifinales, venció por decisión unánime de los jueces a Orlando Maldonado (PUR). Finalmente, por el preciado galardón enfrentó al norcoreano Byong Uk Li y bajó del ring con el veredicto a su favor 4-1. Ya tenía el sueño de todo deportista, pues a los títulos en Centroamericanos, Panamericanos y Mundiales, unía ahora el de los Juegos Olímpicos.

Tomado de: Cubanosfamosos

Jorge Hernández se retiró cinco años después, pues le afectó mucho el tema del peso, le costaba mantenerse en los 48 kilos y perdía agilidad en los 51, por lo que en 1981 cuelga los guantes, y se dedica al estudio mientras trabaja como entrenador. Se licencia en Cultura Física, y en 1991 es llamado por Alcides como entrenador al equipo nacional, donde estará hasta el 2013. Está incluido en la lista de los cien mejores atletas del siglo en Cuba.

Jorge Hernandez

Falleció en La Habana, el 12 de diciembre de 2019.