Israel Berriel González, rumbero de casta mayor, formó parte, por casi medio siglo, de los Muñequitos de Matanzas, agrupación en la que llegaría a convertirse en uno de los más grandes intérpretes de la música ritual afrocubana.

Nació en Jovellanos, Matanzas. Su familia era muy humilde y desde niño tuvo que trabajar en diversos oficios para ganarse la vida: fue limpiabotas, mandadero y todo lo demás que sirviera, honradamente, para llevar unos pesos a casa.

Tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959 se convirtió en soldador, oficio que desempeñó hasta que se integró al grupo Afro Cuba en el que se mantuvo hasta 1977.

Israel Berriel la voz de los Muñequitos de Matanzas

Allí fue «descubierto» por los Muñequitos de Matanzas, agrupación a la que se sumó de inmediato como vocalista y con la que tendría oportunidad de conocer el mundo.

Descendiente de esclavos, Israel Berriel creció entre los cultos afrocubanos, «oyendo los cantos de los viejos», como gustaba recordar a menudo; lo que fue determinante en su formación como artista y compositor y también en su vida personal, pues, hasta su muerte, sostuvo y lideró el Cabildo Oggún de su familia de origen.

Israel Berriel formó parte de los Muñequitos de Matanzas por casi 50 años
Israel Berriel formó parte de los Muñequitos de Matanzas por casi 50 años

Esa herencia africana la llevó Israel Berriel a los Muñequitos de Matanzas, con los que no se limitó a la rumba, sino que aficionó al repertorio de la orquesta, la música ritual y los cantos yorubas, que entonaba con su penetrante voz que siempre distinguible por encima de los furiosos tambores de los Muñequitos.

Berriel se mantuvo activo como músico y compositor por cinco décadas (incluso en 1996 fue la voz principal del disco de cantos yorubas que grabó los Muñequitos de Matanzas). El músico y compositor, que ya se sabía viejo, de cuerpo aunque no de espíritu, bromeaba frecuentemente sobre el largo tiempo que había permanecido como «muñequito».

Israel Berriel falleció el 18 de diciembre de 2020 a consecuencia de accidente cardiovascular.

Fiel a sus raíces hasta el final, Israel Berriel fue sepultado en Jovellanos, su tierra natal, donde el pueblo y su cabildo le tributarán el último y más sentido adiós.