La Iglesia de Nuestra Señora de la Merced y San José de Bauta (conocida por todos como la Iglesia de Bauta) se construyó cuando Bauta comenzaba a poblarse de españoles de origen canario muy devotos a la Virgen de Nuestra Señora de la Merced.

El 15 de agosto de 1797 fue inaugurada la Ermita de Nuestra Señora de las Merced en Corralillo. Su primer párroco fue Francisco Xavier de Fábregas.

La Iglesia de Bauta y el Grupo Orígenes

Deciden trasladarla para Bauta y el 1 de febrero de 1854 fue colocada la primera piedra de la iglesia católica a partir de un proyecto presentado por Ignacio Armenteros y que ubicaba a la iglesia al centro del ala izquierda de la plaza.

El domingo 29 de octubre del 1854, en presencia del Obispo de La Habana, monseñor Francisco Fleites, se inauguró oficialmente la Iglesia de Bauta, siendo su primer párroco el reverendo Manuel Candelario del Castillo y Noboa.

En 1941 el Padre Ángel Gaztelu fue enviado a la parroquia, donde permaneció hasta el año 1957.

Monseñor Gaztelu había nacido el 19 de abril de 1914 en Navarra, España y llegó a Cuba en 1927. En el año 1938 se ordenó sacerdote en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio.

La amistad que lo unía con un grupo de nuestros más grandes intelectuales, es lo que hizo que naciera allí en Bauta el Grupo Orígenes:

Grupo Origenes Placa en la Iglesia de Bauta

Placa conmemorativa alusiva a la presencia del Grupo Orígenes en la Iglesia de Bauta entre 1944 – 1957

Junto a José Lezama Lima, como figura central, estuvieron: Fina García-Marruz, Eliseo Diego, Bella García-Marruz, Collazo, Roberto Fernández Retamar, Mario Carreño, Cintio Vitier, Lorenzo García Vega, Alfredo Lozano, José Orbón, Cleva Solís, Gastón Baquero, Virgilio Piñera, José Rodríguez Feo, Mariano Rodríguez, Octavio Smith, José Ardévol Gimbernat, Raúl Milián y René Portacarrero.

El 17 de julio de 1948 el pintor Mariano Rodríguez donó al Padre Gaztelu y a la Iglesia de Bauta dos obras a las que llamó «El Descendimiento» y «La Resurrección», que se encuentran expuestas en el presbiterio, a ambos lados de la Patrona Municipal.

Estas dos pinturas son las únicas que realizó Mariano como arte religioso, aunque realizó también dos hermosos vitrales «La Virgen de Fátima» y «San José».

De René Portocarrero, son dos pinturas en madera de grandes dimensiones la «Crucifixión» y «El entierro de Cristo» y las catorce estaciones del viacrucis; las cuales fueron concebidas para la capilla de playa Baracoa y para realizar en cerámica. Posteriormente estas obras fueron trasladadas luego para la Iglesia de Bauta.

La Iglesia de Playa Baracoa y el Padre Gaztelu

El padre Ángel Gaztelu emprendió la construcción del templo para la iglesia de Nuestra Señora de la Caridad de Playa Baracoa, abriéndose sus puertas en el año 1956.

La obra fue concebida por el arquitecto Eugenio Batista. René Portocarrero realizó el único mural vidriado que de él existe en Cuba, y que representa a la Virgen de La Caridad, Patrona de Baracoa y de Cuba. Fue realizado en los talleres del Vaticano.

El pintor y escultor mexicano Alfredo Lozano donó un gran Cristo de madera de caoba para ser suspendido en el presbiterio, considerado como la mejor obra escultórica del arte moderno religioso en Cuba.

No existen en Cuba otras iglesias como Nuestra Señora de las Mercedes en Bauta y Nuestra Señora de la Caridad del Cobre de la playa de Baracoa, donde artistas como los del Grupo Orígenes, hayan realizado tan magnificas obras de arte. Fue el más notable ejemplo de integración de arquitectura y plástica autóctona en el arte religioso cubano del Siglo XX.

En la Iglesia de Bauta se leyó por primera vez el «Primer discurso» de «En la calzada de Jesús del Monte» de Eliseo Diego, y el padre Ángel Gaztelu ofició las nupcias de Eliseo Diego y Bella García-Marruz en julio de 1948, y las del pintor Domingo Ravenet con Raquel Ramírez.

Via Crucis Rene Portocarrero en la Iglesia de Bauta
Via Crucis Igleisa de Bauta Rene Portocarrero
Via Crucis, cuadros de René Portacarrero, originalmente destinados para la Iglesia de Nuestra Señora de la Caridad de Playa Baracoa y que se encuentran hoy en la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced y San José de Bauta

Es el sacerdote y poeta Ángel Gaztelu Gorriti quien escribió en uno de sus más bellos poemas:

«Y mi nombre, Señor, escríbelo con el fuego de tu sangre, de tu sangre imborrable, más rica que la plata y el oro,
en el libro de la Vida»…

Nota: Idea original y alguna de las fotos de Carlos Espinosa Betancourt.