Todos los cubanos que crecimos viendo deporte conservamos, bien claro en la memoria, el vozarrón de Héctor Rodríguez Almaral, uno de los grandes comentaristas deportivos de esta tierra de buenos locutores.

Héctor Rodríguez nació el 28 de noviembre de 1946, en Ciego de Ávila, provincia donde unos años antes había visto la luz su futuro compañero de narraciones, el gran Eddy Martín.

Héctor Rodríguez «La Voz»

En la historia del deporte cubano hay un espacio reservado para Héctor, quien le puso emoción y carisma a muchos de los más grandes momentos de este país.

La dupla Eddy – Héctor formó parte de la vida de los cubanos durante décadas, desde que en los 70s se estabilizaron como pareja narrativa.

Pese a su potente voz Hector Rodríguez lo tuvo difícil, era una época de voces doradas como el ocurrente Bobby Salamanca, el mismo Eddy, o Rubén Rodríguez.

Sus inicios, narrando beisbol, se remontan a los 60, en Radio Morón, dándole voz a la serie provincial. Su calidad hace que sea llamado al año siguiente por la más importante emisora Radio Cadena Agramonte, para cubrir la Nacional desde el estadio Cándido González.

Héctor Rodríguez

En 1966, el Instituto de Educación Física y Recreación (INDER) convoca un curso de dos años para formar narradores deportivos, Héctor Rodríguez es escogido y se traslada a La Habana.  Al año siguiente ya está haciendo suplencias en la televisión, y para 1968 ya tiene un puesto fijo. Lo mejor estaba por empezar.

Héctor Rodríguez y los grandes momentos

Todos hemos escuchado la vibrante narración de Hector con la carrera de Alberto Juantorena, el 25 de julio de 1976, cuando ganó los Juegos Olímpicos de Montreal, tamaña emoción podría pensarse que es fruto del calor del momento, de estar narrando en vivo un pedazo de la historia del atletismo. Sin embargo no fue exactamente así, lo cual le otorga aún más mérito. Eddy Martín recuerda:

…el audio se recibía por vía telefónica, lo que motivó la utilización de narradores en la sede de los Juegos y en las cabinas de la televisión en Cuba. Así, las dos espectaculares carreras de Alberto Juantorena fueron narradas desde La Habana por Héctor Rodríguez

Tiempo21

Otro momento estelar fueron los home runs de Gourriel en el Mundial de 1988, o la clasificación de Cuba a la final del Clásico.

En el pasatiempo nacional Héctor Rodríguez sentó cátedra, sin ser un evangelio vivo como su compañero Eddy, fue un profundo conocedor de béisbol, que podía incluso notar detalles puramente técnicos en la mecánica de algún jugador. Con él y Eddy no había improvisación, según ha declarado Iván López cada día, horas antes del juego, planificaban los distintos momentos en que dividirían la narración, dejando a la inmediatez solamente lo que era inherente al desafío.

Por lo que cada disertación, o cada aparente discusión entre él y Eddy por las increíbles anécdotas que este solia contar, estaban estudiadas y preparadas. Profesionalismo en estado de gracia.

Por esas cosas del destino, Héctor Rodríguez falleció a consecuencias de un cáncer de garganta, el 22 de julio de 2012. Aún se extraña, en cada noche de béisbol, el ya legendario: Un saludo tengan todos.