Las grandes ciudades en su vorágine cotidiana de expandirse y acoger almas necesitan de excelentes funciones logísticas. La Habana no escapa a esa problemática, desde el siglo XVIII empezaron los problemas con el agua en la Capital de la isla de Cuba. Al Brigadier e Ingeniero Militar Francisco de Albear y Fernández de Lara debemos el primer gran remedio a esta cuestión, no exenta desde siempre de importancia primordial para los habitantes de la ciudad. (¡Ay! Supervielle, la maldita circunstancia, desde siempre, del agua que no llega).

El Acueducto de Vento, gran obra civil de Francisco de Albear, quedaría con el nombre del ingeniero en la memoria social habanera, además, en su honor se estableció una pequeña plaza, con estatua excelsa, en el año 1895 mirando directamente a lo que es hoy el Parque Central, y a la estatua de José Martí ubicada en él. La memoria de Francisco de Albear tuvo gran reconocimiento incluso dentro de los patriotas independentistas de la época ya que no tuvo participación militar en la Guerra de los Diez Años ni en la Guerra Chiquita.

el imponente cúmulo de dificultades amontonadas por la ignorancia y la desidia al paso del perseverante Francisco de Albear, de ese modesto ingeniero que, a poder de genio y tenacidad, ha logrado dotar a cuba de una maravilla, en la grandiosa obra del acueducto de Vento.

Enrique José Varona, firmada el 4 de Julio de 1876. Pero publicado en 1878 en la Revista Cuba. Vol.4.

Orígenes del ingeniero militar

Estatua en su honor ubicada en la Plaza de su mismo nombre: Francisco de Albear.
Estatua en su honor ubicada en la Plaza de su mismo nombre: Francisco de Albear.

Su nacimiento se produjo un 11 de enero de 1816 en una de las grandes obras de ingeniería del período colonial cubano, el Castillo de los Tres Reyes del Morro, donde su padre, el teniente coronel Francisco José de Albear y Hernández, habanero de nacimiento, estaba al mando de la guarnición. Su madre, también cubana era Micaela Fernández de Lara y Pérez de Vargas, natural de Trinidad.

Se desplaza a España a realizar estudios militares desde su juventud. Destacándose en la academia de Ingenieros de Guadalajara de donde saldría como Teniente. Por sus acciones en la primera guerra Carlista -que enfrentó a los seguidores de la Reina Isabel II con los de su tío Carlos- es nombrado Capitán del Ejército. Sobresale su figura en el sitio de Segura, donde levantó un plano de la plaza, la dirección de las fortificaciones de San Mateo y en la acción de Camposines (Tarragona), en reconocimiento de lo cual obtuvo su primera condecoración: la Cruz de San Fernando de 1ª Clase. Asistió finalmente a las últimas operaciones de la guerra con la toma de Berga, plaza de la que fue nombrado comandante interino.

Habiendo realizado tal currículum en la madre patria no es de sorprender que a su vuelta a la «Siempre Fiel Isla de Cuba» fuera recibido con los brazos abiertos por el Capitán General y nombrado al frente de la Real Junta de Fomento de Agricultura y Comercio de la Isla de Cuba, antes había sido nombrado, en 1848, Director de Obras Públicas y de Telégrafos de Cuba. Llegó al país con los grados de Teniente Coronel obtenidos por su labor como docente en la institución donde había estudiado, y por servicios prestados a la Reina.


Obras de ingeniería de Francisco de Albear

Entre sus casi 200 obras militares, civiles y públicas destacan:

ObraCarácterLugar
Construcción del cuartel de Caballería de TrinidadMilitarTrinidad_Las Villas
Proyecto de la batería de la PastoraMilitar La Habana
Almacenes de pólvora y construcción de torres ópticas defensivasMilitarDistintas zonas del país
Almacenes de la Real Hacienda, la Lonja mercantil, el Jardín Botánico, y la Escuela AgronómicaCivilLa Habana
Diversos edificios estatales así como fuentes y parquesCivilDistintas zonas del país
Reparación del Convento de AsísReligiosoTrinidad-Las Villas
Proyecto del ferrocarril de la Macagua a Villa ClaraObra PúblicaLas Villas
Ampliación de los muelles del puerto de CienfuegosObra Pública Las Villas

Libros publicados por Francisco de Albear:

  • Apuntes sobre el estado del ejército belga; Las plazas fuertes de la Alemania OccidentalFerrocarriles de Bélgica; Puentes en Inglaterra y Francia, 1844.
  • Memorial de Ingenieros, 1848; 
  • Nota sobre el abasto de agua de la Habana, con motivo de la introducción de la de Vento en el acueducto de Fernándo VII, Memorial de Ingenieros, 1878; 
  • Saneamiento de la Habana, Memorial de Ingenieros, 1880.

Acueducto de Vento (Albear)

Albear acueducto
A principios del Siglo XX

Pese a los grandes méritos que en el campo de las obras de ingeniería legó a su país, el más reconocido y recordado es la reconducción del agua de los manantiales de Vento, cuya función era mejorar la calidad del agua que, hacia la ciudad, venía antiguamente desde el Almendares -labor que realizaba el caduco acueducto de Fernando VII, herencia, a su vez de la Zanja Real-. La primera piedra de esta obra pensada en dos grandes proyectos fue colocada el 26 de junio de 1861.


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Año 2000

Este primer proyecto se dio por terminado en 1878, tras la paz del Zanjón, acudió al mismo el General Arsenio Martínez Campos. Durante 30 años se dedicó Albear a mimar su obra y a mejorar la funcionalidad de la misma, que no concluyó hasta 1893 cuando ya había fallecido el reconocido ingeniero. Su muerte aconteció en la ciudad de La Habana un 23 de octubre de 1887.

Francisco de Albear en la memoria. Logros y condecoraciones.

La vasta obra realizada, a los dos lados del charco, por el abnegado militar e ingeniero se vio recompensada en vida con distintas condecoraciones. Además de los grados de Brigadier que le fueron conferidos en 1876, destacan entre otros:

Fue miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, de la Sociedad Geográfica de Madrid, de la Sociedad Científica de Bruselas, de la Sociedad Británica de Fomento de Artes e Industrias, de la Sociedad de las clases productoras de México, de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Habana, del Círculo de Hacendados de la Isla de Cuba y de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, de la cual llegó a ostentar el cargo de Vicepresidente, ejerciendo también este último cargo, el de vicepresidente de la Junta Superior de Instrucción Pública de la Isla de Cuba.

Cita tomada de la Real Academia de la Historia de España.
Plaza Albear anos 20
En la década del 30.

Plaza Albear en 1911
Postal de 1911.

Además de la satisfacción de ver reconocida su obra cumbre con el premio en la Exposición Universal de París, en 1878, donde obtuvo medalla de oro. Además de que su obra quedó reconocida entre las grandes obras civiles de ese siglo. En la actualidad el acueducto continúa prestando servicio a la ciudad.