Treinta años atrás surgía en La Habana un grupo de rock que rápidamente llamó la atención de los amantes del género, por sus letras, calidad musical y compromiso con la gente. Hoy, cuando ya aquellos muchachos piensan en el retiro oficial Fotos de la Habana conversa con Javier Rodríguez, miembro fundador de esa leyenda del rock en Cuba que es Extraño Corazón.

A Javier lo conocí en su casa -a donde acudí a recoger un encargo que gentilmente había traído desde afuera para un familiar; ya sabía quien era, por lo que sin haber pasado cinco minutos le pedí esta entrevista. Nos hicimos una foto, intercambiamos números, y luego vía WhatsApp se concretaba todo.

Javier Rodríguez, Extraño Corazón
Javier Rodríguez, Extraño Corazón

Entrevista a Javier Rodríguez, miembro fundador de Extraño Corazón

1- FH: Nuestro cuestionario tipo empieza siempre con esta pregunta: ¿habanero se hace o se nace?

JR: He conocido a muchos cubanos nacidos en otras provincias que vinieron desde muy pequeños a vivir aquí y su sentido de pertenencia es más grande incluso que el mío…yo creo que ese sentimiento va más allá de nacer o no en la ciudad y es una decisión totalmente personal. En mi caso… quiso el universo que naciera en Guanabacoa. Hoy en día me considero más un ciudadano del mundo, pero eso es otra historia, oficialmente en mis documentos sigo apareciendo como habanero de la República de Cuba y me identifico como tal.

2- FH: ¿Dirías que la ciudad, como ese ente que nos envuelve, tuvo algo que ver en el estilo que desde los inicios caracterizó a Extraño Corazón?

JR: La Ciudad como tal no creo haya tenido ese rol protagónico en el estilo de música de EXTRAÑO CORAZON, si nos hubiéramos dejado influenciar por todos los sonidos de moda en el espectro sonoro cubano por aquel entonces, hubiéramos sido uno de los cientos de grupos “soperos” que aún rondan bares, cantinas, restaurantes y sitios turísticos tratando de buscarse la vida. No los critico… hay que sobrevivir y es válida su existencia en ese contexto. La ciudad nos dio sus historias para ser contadas y cantadas, y sin dudas influyó en todo lo que escribimos. De hecho, en nuestro primer disco aparece una canción dedicada a la ciudad (“Oscura Ciudad” /CD Solitario. EGREM 1998), una historia real de aquellos siniestros tiempos del período especial.

3- FH: ¿Cuáles son las influencias más directas que les ha brindado la ciudad?

JR: El amor y el afecto que hemos recibido de su gente, sus historias de supervivencia compartidas…todo eso nos hizo ser una banda noble en medio de la barbarie y escribir nuestra poesía en forma de canciones. Fuimos capaces de que no lograran envenenarnos el alma, y jamás estuvimos de espaldas a la realidad de una ciudad a oscuras, donde el Malecón habanero se convirtió en tabla salvadora y noches mágicas de guitarras y ron. Fue precisamente allí en el malecón donde se comenzó a tejer nuestra leyenda.

La música cubana jamás ha estado en peligro y no morirá jamás

4- FH: ¿Crees que el “espíritu habanero” influye en el tipo de música que se hace en la capital con respecto al resto del país?

JR: Alguien me llamó una vez la atención acerca del hecho de que, mientras más te alejabas de La Habana más encontrabas bandas de metal extremo, en el caso del rock, y en ese sentido creo que tienen la razón. Lo único que tú confirmas cuando viajas por Cuba, es la falsedad del argumento que utilizan muchísimos músicos con el cuento de estar haciendo música para defender algo…La música cubana jamás ha estado en peligro y no morirá jamás, porque las tradiciones en las provincias se mantienen vivas e intactas gozando de perfecta salud. En mi opinión no existe el espíritu habanero en la música que se hace, más bien un sentimiento cosmopolita al estar en la capital y tener más acceso a muchas cosas.

Con Polito Ibáñez
Con Polito Ibáñez

5- FH: ¿Qué crees es más fuerte en el imaginario colectivo de la creación artística de la Habana: la idiosincrasia del habanero o la arquitectura monumental de la ciudad?

JR: Creo que nada te es ajeno a la hora de crear, la idiosincrasia estando en Cuba apenas la notas, solo en mis viajes pude percibirla. Para mí la arquitectura como tal, terminó en 1959 y está condenada a desaparecer. Puede que los artistas visuales saquen más partido a esas cosas, en mi caso no me he detenido a pensar sobre ello hasta ahora.

6- FH: Eres un miembro fundador de ese importante grupo que es Extraño Corazón, ¿Crees que actualmente existen condiciones -educativas, sociales, etc.- para que vuelva a surgir otro grupo que explote ese tipo de sonoridad inteligente que los ha caracterizado?

JR: Quiero creer que sí, a pesar de que se avizora una generación de tontos y el mundo en sentido general va camino a la idiotez. Basta dar un vistazo a las redes sociales, para darse cuenta que hemos sido bendecidos de poder ver el mejor arte, escuchar la mejor música que se ha hecho en el mundo y hasta ver los mejores futbolistas. Creadores todos, que han iluminado el mundo y nuestras vidas en medio de tantas tinieblas. Ojalá sirva nuestra carrera para ilusionar a otros, y abrazaran muestra obra y bandera.

7- FH: Un grupo de Rock a inicios de los años 90, luego de décadas de represión al movimiento rockero no debió haberlo tenido fácil ¿Cómo fueron esos años, cuando aún eran unos aspirantes, en una ciudad sin luz, ni transporte?

JR: Tuve la luz y la suerte en los 90, de emplear todas mis energías en sacudirme tempranamente de cualquier sentimiento de marginalidad y empezar, junto al cantante y armónica Roberto Fajardo (Keko) un dúo con canciones propias. Era apenas el embrión de la criatura llamada EXTRAÑO CORAZON, al que le fuimos agregando guitarras acústicas, fáciles de llevar en bicicleta y sin depender de la electricidad para tocar. La presión del público y el éxito de las presentaciones acústicas nos obligaron a convertirnos en una banda en 1995, algo que nos pedían desde los mismos inicios.
Roberto y yo teníamos muy buenas canciones, y mientras íbamos tocándolas en vivo, a la par, fueron cautivando a grandes estrellas y reconocidos músicos cubanos profesionales que validaban nuestra obra y lo reconocían públicamente.
Tuvimos mucha suerte de ser descubiertos varias veces, hasta que apareció Dagoberto Pedraja en mi radar, que marcó el despegue profesional de Extraño Corazón. Y también a un público por supuesto, el más importante de todos, que comenzó a creer en nosotros y fue creciendo, siguiéndonos con fidelidad donde quiera que nos presentábamos. Fueron todos esos detalles los que cimentaron la fe total de un sueño.
Eran tiempos realmente duros en los que pudimos sobrevivir gracias a la solidaridad de rockeros españoles, en especial D. Julián Morales Molina de Ciudad Real, quien comenzó a visualizar la banda internacionalmente, creándose una red de amigos fieles por toda la geografía española. Pocos conocen que la mundialmente famosa marca fabricante de cuerdas y accesorios para guitarras Dean Markley, leyó una carta que les había escrito, se burló del bloqueo y nos respondió con un envío vía correo postal de un paquete lleno de sus cuerdas, justo antes de entrar por primera vez a los estudios de la discográfica EGREM, para la grabación del primer disco de rock en Cuba, donde estuvimos entre los cuatro elegidos. Algo de magia ya teníamos por entonces.

Extraño Corazón y Ciudad Real
Extraño Corazón y Ciudad Real

8- FH: Los rockeros de entonces tenemos un grato recuerdo del llamado Patio de María, hoy el género es aceptado y sin embargo no hay un sitio en La Habana como aquel, ¿Crees que la asunción del género y las oportunidades de comercialización mató en Cuba el espíritu rebelde del rock?

JR: Definitivamente creo que sí, que fue una estrategia a largo plazo, muy bien pensada y que desafortunadamente funcionó. Seria tedioso detallar y por eso paso página y sigo aferrado a mi mundo afectivo.

9- FH: Musicalmente hablando y a propósito de que ustedes han anunciado la cercanía del fin de la agrupación: ¿Le quedó por hacer a Extraño Corazón, algún sueño musical no realizado?

JR: Musicalmente, después de este nuevo disco no creo que tengamos tiempo de hacer grandes cosas, Este es nuestro legado y despedida final. El disco más grande que se ha hecho en Cuba y que cambiará para siempre la historia, según la opinión de muchos. La vida en Cuba, empeora en cada amanecer y el tiempo de sobrevivir nos absorbe mucho más de lo que quisiéramos.
En sentido general hemos realizado mucho más de lo que pudimos soñar y eso recompensa. Hoy los fans y amigos, tienen mucho más acceso a nosotros y nos agradecen todo lo que hemos hecho para ellos. Eso es lo más lindo que nos puedan regalar en el tiempo que nos quede.

10- FH: Al final de todo, ¿cuál consideras que es el legado de la banda a la historia musical del país?

JR: No me toca decirlo, pero de nuestra parte lo dimos todo. La música y Extraño Corazón fue un don y un regalo que recibí del universo, y también el don de perseverar, soñar, tener fe en sí mismo, en su obra, y especialmente en mis
amigos alrededor del mundo. Ese es mi mejor legado: mi propia historia. Es una nueva meta, pero la escribiré sin dudas algún día en forma de libro, si el universo me regala el tiempo para hacerlo.
Musicalmente ahí estará por siempre nuestra obra, ella hablará por sí sola, es ahí donde están todas las respuestas.

*Todas la fotos empleadas son propiedad del entrevistado