El Instituto Preuniversitario de Ciencias Exactas (IPVCE) Vladimir Ilich Lenin «La Lenin» o «La Vocacional Lenin», situado en la Carretera del Globo, municipio Arroyo Naranjo, en las afueras de La Habana, es una de la instituciones docentes más prestigiosas de Cuba. A lo largo de medio siglo, en sus aulas se han formado muchos de los más grandes talentos del país.

Como concepto, el futuro Instituto Preuniversitario de Ciencias Exactas (IPVCE) Vladimir Ilich Lenin fue esbozado por primera vez en 1966, durante la clausura del Encuentro Nacional de Monitores, por el entonces primer ministro de Cuba, Fidel Castro:

«Vamos a procurar que sea una buena escuela, una escuela moderna, una escuela donde se den las condiciones para que puedan alcanzar las vocaciones al máximo desarrollo, una escuela que sirva como premio, que sirva como estímulo a los que se han esforzado. Una escuela que sirva como vanguardia, que sirva como piloto, que sirva como modelo de lo que deberán ser las escuelas del futuro de nuestra patria».

Para la materialización del proyecto de la Vocacional Lenin se escogió un área rural en las afueras de La Habana, cercana al pequeño poblado de Las Guásimas, y tras casi una década de intensos trabajos, la flamante escuela fue inaugurada el 31 de enero de 1974 por el propio Fidel Castro.

Ese acto fundacional contó, además, con la presencia del Secretario General del Comité Central del PCUS Leonid Brézhnev, quien se encontraba entonces de visita oficial en Cuba.

El Primer Ministro de Cuba Fidel Castro y el Secretario General del Comité Central del PCUS Leonid Brézhnev durante el acto inaugural de la Lenin el 31 de enero de 1974
El Primer Ministro de Cuba Fidel Castro y el Secretario General del Comité Central del PCUS Leonid Brézhnev durante el acto inaugural de la Lenin el 31 de enero de 1974

La Lenin o la querida Casa Azul

La Lenin, como la casi totalidad de las «escuelas al campo» que se edificaron en Cuba tras el triunfo de la Revolución de 1959, se construyó en base al llamado sistema Girón y la obra fue ejecutada por el Grupo Nacional de Obras Escolares del DESA.

Básicamente, el edificio consta de un esqueleto de hormigón, revestido en divisiones y pisos con piezas prefabricadas del mismo material. La carpintería (originalmente de madera), plomería y demás aspectos constructivos complementarios sí han variado considerablemente a lo largo de los años.

A la Casa Azul, como se le conoce también a la Lenin por el tradicional color de sus uniformes escolares se le dotó de todas las comodidades para que los estudiantes, en régimen interno, pudieran desarrollar todas sus capacidades, incluyendo excelentes instalaciones deportivas.

En comparación con las demás «becas» de Cuba, el IPVCE gozó siempre de una atención especial por parte de las autoridades del país. De ahí que por muchos años se desarrollara una fuerte competencia por entrar en sus aulas entre entre los estudiantes de secundaria básica.

La Lenin, que se construyó bajo el principio de escuela – ciudad, contaba, además, con un parque propio de ómnibus para el transporte de sus estudiantes, avanzados laboratorios para la enseñanza de las ciencias, y (a diferencia de otras becas donde el vínculo estudio – trabajo se desarrollaba de forma obligada en las labores agrícolas) en el IPVCE se montaron pequeñas manufacturas, para producir artículos deportivos, confecciones o ensamblar radios.

«Coger la Lenin» fue, por mucho tiempo, sólo asequible a los mejores escalafones, a los más talentosos, por lo que el IPVCE gozó siempre de una justificada fama y entre sus estudiantes se desarrolló un fortísimo sentido de pertenencia a la institución.

En ese sentido, la Lenin, más que una escuela es un imaginario. No existe institución docente en Cuba que, en los últimos 60 años, haya podido construir un lazo mental tan fuerte entre sus educandos.

Los egresados de la Lenin, sin importar la graduación a la que pertenezcan viven orgulloso de su paso por la Vocacional y lo manifiestan en cuanto escenario se les pone a mano. Existen en Internet y redes sociales numerosos espacios en los que interactúan los antiguos estudiantes de la escuela (lalenin.com es la mejor expresión de lo anterior) y son frecuentes los reencuentros y actividades conmemorativas, tanto en Cuba como en el extranjero.

Decadencia

Desde su fundación en 1974 la Lenin ha sufrido una larga, pero sostenida decadencia que la ha llevado a perder gran parte del glamour de sus primeros años.

Poco queda ya de las instalaciones deportivas (la piscina olímpica, por ejemplo se utiliza para jugar fútbol sala); las mini fábricas desaparecieron desde hace mucho, como gran parte de los laboratorios especializados; y los edificios que conforman el complejo presentan un marcado deterioro.

También se ha resentido la calidad de la enseñanza (aunque la Lenin sigue manteniendo parte del prestigio ganado a lo largo de décadas) y la matrícula se ha reducido a aproximadamente una cuarta parte de la que originalmente tuvo la escuela.

En la pérdida de la calidad de la docencia ha influido la decisión de las autoridades del MINED de destinar una parte de las unidades de la Lenin a funciones ajenas al IPVCE y la apertura de otros preuniversitarios en la ciudad, que son escogidos por muchos estudiantes y profesores para evitarse los rigores del régimen interno y la lejanía de la Lenin.