Entre los grandes actores de la historia del cine y la televisión en Cuba, Enrique Molina Hernández tendrá siempre un lugar de privilegio.

Nacido en el pequeño poblado de Bauta (antiguo Hoyo Colorado) al oeste de La Habana, el 31 de octubre de 1943, desde muy pequeño se marchó a vivir a Santiago de Cuba con su familia. En la capital oriental dio sus primeros pasos en la actuación como aficionado, dentro del sindicato de los Gastronómicos para luego integrarse profesionalmente al Conjunto Dramático de Oriente.

Enrique Molina no poseía el típico físico del galán de telenovela, pero era dueño de un enorme talento, que lo convirtió, gracias en gran medida a su indiscutible profesionalidad, en uno de los actores más versátiles de su generación y en un preferido de los directores de cine y televisión que veían en él al hombre capaz de desdoblarse y afrontar cualquier personaje.

Enrique Molina, un hombre de cine y televisión

Llegó al cine de la mano de Manuel Pérez, quien le ofreció ser parte de la memorable “El Hombre de Maisinicú”; película en la que compartiría elenco con otros grandes de la pantalla como Sergio Corrieri, Mario Balmaseda, Raúl Pomares y Reinaldo Miravalles, entre otros. Intervendría también en filmes como “Una novia para David”, “Hello Hemingway”, “Barrio Cuba”, “El cuerno de la abundancia” o “Caravana”, por sólo mencionar los que más huella dejaron entre los amantes del séptimo arte en la Isla.


Enrique Molina
Enrique Molina como Silvestre Cañizo en la célebre telenovela Tierra Brava

Sin embargo, y a pesar de su profunda huella en el cine cubano, Enrique Molina será recordado siempre, sobre todo, como un hombre de la televisión gracias a su actuación en la serie de espionaje “En silencio ha tenido que ser” y, especialmente, por su soberbia caracterización del campesino Silvestre Cañizo en la telenovela “Tierra Brava”, considerada en justicia, junto con “Sol de batey”, una de las dos joyas de ese género televisivo en la mayor de las Antillas.

Tremendamente respetado en su gremio (fue Premio Nacional de Televisión en 2020) se mantuvo trabajando hasta el último momento de su vida. Con la muerte de Enrique Molina, ocurrida el 3 de septiembre de 2021, a consecuencias del Covid 19, perdió el pueblo de Cuba a uno de sus más grandes actores y a uno de los que más cariño le profesó siempre por su sencillez, entrega y empatía.