Emilio de Soto y Sagarra fue un arquitecto cubano de origen español. Presidente del Colegio de Arquitectos y profesor de la Universidad de La Habana, fue uno de los primeros profesionales de su gremio en abrazar el Racionalismo. En 1942 recibió la Medalla de Oro del Colegio de Arquitectos por el proyecto de Maternidad Obrera.

Nació en Vitoria, Álava, España; hijo del teniente coronel del ejército español Julio de Soto Villanueva y la santiaguera Mercedes Sagarra, y nieto por vía materna del notable pedagogo Juan Bautista Sagarra.

Su niñez, como la de su hermano Luis de Soto y Sagarra, quien fuera un notabilísimo historiador y profesor de la Universidad de La Habana, transcurrió entre su tierra natal, Cuba y Estados Unidos, hasta que, finalmente, la familia Soto – Sagarra optó por establecerse definitivamente en la mayor de la Antillas.

Emilio de Soto y Sagarra y el Racionalismo temprano

Tras realizar los estudios de segunda enseñanza en Stanford, Emilio de Soto y Sagarra matriculó Arquitectura en la Universidad de Syracuse, de la que se graduó en 1915; y, al año siguiente comenzó a trabajar como profesor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de La Habana, donde en 1920 obtuvo la cátedra de Acuarela.

A lo largo de su vida profesional, Emilio de Soto y Sagarra participó en varios de los concursos de arquitectura más importantes que se convocaron en Cuba, como el que se lanzó a finales de los años 20 para la nueva sede de la Sociedad Cubana de Ingenieros; y proyectó algunos edificios notables como el almacén de tabaco de Zanja No. 310 entre Lealtad y Escobar (1929).

Emilio de Soto y Sagarra estuvo entre los primeros arquitectos de la Isla que rompió con los estilos más tradicionales (incluyendo el Art Decó que era furor en los 30) para abrazar a un incipiente Movimiento Moderno, que se entendía – al contrario de lo que había sucedido hasta entonces – no desde la decoración, sino desde la organización de la célula y la dispocición del bloque.

Así, proyectaría el Edificio Santeiro en G, No. 604 entre 25 y 27 y en 1939, la que es quizás la más importante entre sus obras: el colosal Hospital Maternidad Obrera en Marianao en el que ya expresa de forma canónica los postulados del Racionalismo europeo que habían cruzado los mares en las revistas de arquitecturas. Por el proyecto de Maternidad Obrera recibiría Emilio de Soto y Sagarra la Medalla de Oro del Colegio de Arquitectos de Cuba en 1942.

Proyectos de Emilio de Soto y Sagarra son también la Escuela de Veterinaria de Carlos III esquina Ayestarán; el Edificio Comercial Eusebio en Neptuno 523 entre Lealtad y Campanario y el palacete de Fausto García Menocal en la Calle N y 25 en el Vedado (hoy Palacio de los Matrimonios).

A Emilio de Soto y Sagarra corresponde el mérito de haber fundado en 1917 junto a sus colegas Félix Cabarrocas, Luis Echevarría y Federico G. Fabre la prestigiosísima revista Arquitectura, de la que sería su primer director y en la cual se mantendría como colaborador de forma constante, como sucedió con buena parte de los más talentosos arquitectos cubanos.

Hombre activo y cívico, el profesor Emilio de Soto y Sagarra, simultaneó su actividad profesional con la enseñanza y una intensa actividad corporativa que le llevó a presidir indistintamente el Colegio de Arquitectos y la Asociación Nacional de Bellas Artes, a la vez que pertenecía como socio de la Sociedad Cubana de Ingenieros, el Club Filatélico y el aristocrático Havana Yacht Club.