“Los primeros cines que yo recuerdo en el Vedado fueron el cine Vedado,en Calzada y Paseo, y el cine Gris, en Baños entre 17 y 19.

El cine Gris era de menor categoría que el Vedado. Su público no era escogido y gozaba de una tertulia ruidosa y alegre de la que partían grandes gritos. Tenía palcos a ambos lados, en un entresuelito, palcos que gozaban de una extraña peculiaridad en desacuerdo con su precio, bastante más elevado que la platea que costaba una peseta los grandes y un real los niños: no se veía casi nada desde ellos y lo poco que se podía ver estaba desfigurado en largas figuras escuálidas…

El cine Gris tenía una pianola y un parlante. En la pianola se tocaban los consabidos danzones y valses y el parlante era un tipo arrestado que se escondía detrás de la pianola y hacía toda clase de voces, animando el film con monólogos, diálogos y hasta conjunto de voces.

En realidad no era sino el precursor del Vitaphone. Cuando había que encender las luces porque llegaba el intermedio, el parlante salía de su anonimato y se paraba en el escenario delante de la pantalla con un cartelito que decía:

Cinco minutos de intermedio para preparar la segunda parte.

A veces se demoraba el muchacho que traía el rollo en bicicleta desde el cine Vedado, donde estaban dando la misma película, y el parlante entretenía al auditorio recitando a don Ramón de Campoamor o trozos escogidos, por él, de don Juan Tenorio.”

Renée Méndez Capote. Memorias de una cubanita que nació con el siglo

Cine Gris – Piquera Gris

En los años 20 amenizaba las veladas del cine Gris; la Orquesta Gris, que fuera anfitriona del cine. Cuentan que muy en sus inicios, también se presentó una muy joven y talentosa cantante; Rita Montaner Facenda.

El cine Gris, junto al cine Vedado y el cine Mascota de 17 y 2, fueron los tres primeros cines teatros del genérico barrio del Vedado, y el único del cual todavía quedan vestigios de su tipología y de su alero y pretil en el frente fachada.

Ubicado en la calle E # 405 entre 17 y 19, el cine Gris fue fundado en los primeros años del XX, y era propiedad de Oscar Andreu y Gustavo Linares, quienes también lo eran del Cine Teatro Prado (luego «Margot» que estuvo en Prado No. 210 entre Trocadero y Colón).

Funcionó como cine hasta fines de los 40 o principios de los 50. Posteriormente radicó en el local la “Piquera Gris S.A.”, un servicio de alquiler de autos a domicilio, venta de acumuladores y accesorios para autos y camiones y agencia de turismo, siendo sus propietarios Francisco Cajigas García del Prado y Mario Riverón Hernández, quienes ya desde los años 30-40 anunciaban su servicio de autos de alquiler “Piquera Gris”, asociado al cine-teatro, en la misma esquina de 17 y E.