Contó en una entrevista Isolina Carrillo, que un día una de sus discípulas le regaló dos gardenias, su flor preferida, y en ese justo momento le surgió la inspiración para escribir la letra y la música de la que terminó por convertirse en un una de las canciones icónicas de la música latina.

Ese mismo año 1945, Guillermo Arronte, quien después se casaría con Isolina, grabó el bolero para la RHC Cadena Azul que alcanzó gran éxito en México, en la voz de Avelina Landín. En Cuba, «Dos gardenias» sería una sensación y batiría todos los récords dos años después, gracias a los arreglos musicales del gran Damaso Pérez Prado y la interpretación de Daniel Santos con La Sonora Matancera.

Daniel Santos canta «Dos gardenias» acompañado de La Sonora Matancera

Desde entonces el bolero «Dos gardenias» de Isolina Carrillo formó parte del repertorio habitual de incontables artistas hasta convertirse en una de las canciones cubanas más conocidas y populares de todos los tiempos. Por eso no de extrañar el redescubrimiento que del bolero hiciera el gran público internacional de la mano y voz de la diva Omara Portuondo en el proyecto Buena Vista Social Club.

Dos gardenias
Letra: Isolina Carrillo

Dos gardenias para ti, con ellas quiero decir:
te quiero, te adoro, mi vida.

Ponles toda tu atención
que serán tu corazón y el mío.

Dos gardenias para ti, que tendrán todo el calor
 de un beso;
de esos besos que te di y que jamás
 encontrarás en el calor de otro querer

A tu lado vivirán y te hablarán,
como cuando estás conmigo,
y hasta creerás que te dirán te quiero.

Pero si un atardecer las gardenias de mi amor se mueren,
es porque han adivinado,
que tu amor me ha traicionado
porque existe otro querer

Isolina Carrillo, «Dos gardenias» para ti

La impronta de Isolina Carrillo suele asociarse, por la bien ganada fama de éste, casi exclusivamente al bolero «Dos gardenias», pero fue mucho más, como compositora, como profesora y como pianista:

Con sólo diez años se ganó los aplausos del público cuando reemplazó al pianista de la orquesta de su padre Cristín Carrillo, que se encontraba enfermo. Casi todos en su familia eran músicos y ella siguió la tradición estudiando en el Conservatorio Municipal de La Habana.

«Desde que yo tuve conocimiento de vida yo veía a mi papá con una vitrola, con discos y…lo mismo operáticos que, que….populares y me acostumbré desde niña desde los cuatro años a estar oyendo esa música con mi papá y además él tocaba la guitarra, la bandurria, el laúd.»

Entrevista con Isolina Carrillo

Como pianista tocó amenizó muchos años los cines silentes de La Habana, una experiencia que le sirvió de mucho cuando el empresario de la RHC Cadena Azul, que fue su gran amigo y admirador, le pidió que compusiera la música y letra de los pequeños anuncios publicitarios con los que se sostenía económicamente la cadena. Así comenzó a componer Isolina Carrillo, para Crucellas, Palmolive y Camay.

Probándose a sí misma en un mundo en el que no se había planteado siquiera incursionar hasta que Amado le hizo la propuesta, llegó Isolina Carrillo a «Fiesta de Besos«, «Canción sin amor«, «Increíble» y, por supuesto, «Dos gardenias», que fue el mayor de sus éxitos como compositora.

Entonces se desató de todos los miedos y dio rienda suelta a una imaginación desbordada que le llevó a escribir, además de boleros, danzones, guarachas, mambos, cha cha chas, y cuanto género musical conoció a lo largo de su fecunda carrera.

Los últimos años de su vida los entregó al magisterio, ayudando en la formación de los nuevos músicos que acudían a su casa en busca de perfeccionar su técnica. Isolina Carrillo falleció en La Habana el 21 de febrero de 1996 a la edad de 88 años.

Ibrahim Ferrer canta «Dos gardenias» de Isolina Carrillo