Cuando se habla de historia de La Habana siempre salen dos nombres a relucir, Eusebio Leal y Ciro Bianchi; el primero se dedicó a salvarla y el segundo a contarla, que es una forma también de reafirmar la identidad de sus habitantes y crear amores para protegerla.

Ciro Bianchi Ross nació en La Habana el 31 de octubre de 1948. Contrario a lo que muchos puedan creer por su facilidad para hilvanar historias y palabras, su formación como periodista fue completamente autodidacta.

Con 18 años de edad llegó al periódico El Mundo que se encontraba bajo la dirección del brillante crítico y polemista español Luis Gómez-Wangüemert, en cuya fragua se forjó Ciro Bianchi como periodista.

En El Mundo, uno de los pocos periódicos que sobrevivieron en Cuba después de 1959 publicó el joven Ciro sus primeros artículos. Allí permanecería por un lustro, hasta 1972 en que se sumó a la redacción de la revista «Cuba Internacional». No podía imaginar entonces que esa publicación se convertiría en su segunda casa y que llegaría a publicar en ella casi 2 000 trabajos, que abarcaron casi todos los géneros del periodismo, con un marcado énfasis en la entrevista y el reportaje.

Ciro Bianchi en 2020 durante una de las presentaciones de Palabras reencontradas
Ciro Bianchi en 2020 durante una de las presentaciones de «Palabras reencontradas»

Ciro Bianchi y el arte de la crónica histórica

Sería también Ciro Bianchi un colaborador habitual de la revista Correos de Cuba y uno de los redactores de la página web de la UNEAC. Sin embargo, lo que llegaría a convertirlo en el cronista del pueblo por antonomasia serían su columna dominguera en Juventud Rebelde y, sobre todo su programa televisivo «Como me lo contaron» que bien puede considerarse una consecuencia directa del trabajo iniciado en el periódico de la UJC en 2001 y que lo elevaron en sus mejores años a ser considerado casi un mito de la televisión.

Desde entonces no le faltarían a Ciro Bianchi las propuestas para ser entrevistado en otros programas que trataban de aprovechar un pelín de su tirón mediático; y hasta algunas críticas del gremio de los historiadores más ortodoxos que, atornillados a sus sillas y con sus gafas llenas de polvo, seguían con las narices hundidas en los archivos; igual, el periodista nunca les concedió demasiada importancia, dedicado siempre más a unir que a cultivar las inútiles semillas de la discordia.

Sin abandonar jamás el periodismo y la crónica, Ciro Bianchi escribiría, además, una veintena de libros, varios de los cuales tendrían a La Habana como la gran protagonista. Entre estos destacan: «Pasaje a La Habana» (1996), «Memoria oculta de La Habana» (2005), «Itinerario habanero» (2018) o «La Habana ciudad contada» (2019); que lo han convertido sin dudas en una de las principales «autoridades» en la historia de la ciudad capital de Cuba, sobre todo en su período republicano, el que más ha recreado en su larga y fecunda obra.

Ciro Bianchi entrevistado por Amaury Pérez en el programa de televisión «Con dos que se quieran»