El Cementerio Chino de La Habana, Monumento Nacional en 1996, es una de esas huellas inconfundibles de la herencia china en la isla. Hoy nos referimos a uno de los más hermosos recuerdos arquitectónicos legados por esta comunidad, cuya construcción no estuvo exenta de polémicas por lo que resulta interesante e instructiva.

Origen del Cementerio Chino de La Habana

La historia de la emigración china se remonta a mediados del Siglo XIX cuando venían como colonos a ser explotados en las plantaciones azucareras.

Posteriormente la situación mejoró para esta etnia hasta que la llegada del cónsul Liu Lia Yuan en 1879 les garantizó un mínimo de representación legal. Con dicho cónsul llegaron las primeras peticiones para la construcción de un cementerio exclusivo para los ciudadanos chinos.

¿Cómo había sido la situación de los cuerpos de aquellos fallecidos hasta ese momento?

La realidad es que el tratamiento no variaba mucho del despecho sufrido en vida. Los primeros fallecidos se remontan al mismo comienzo de la emigración, tras los casi 150 días de trayecto muchos llegaron en condiciones terribles al puerto de Regla, donde fueron ubicados primeramente, antes de ser despachados a las haciendas en el interior (leer más aquí).

Esos primero fallecidos recibieron sepultura en la zona del puerto de Regla con las condiciones mínimas para la conservación de los restos mortales. Posteriormente recibieron sepultura en el Cementerio de los Ingleses* (hoy Parque Deportivo José Martí, entre G y H, pegado al malecón en el Vedado) y en la zona de la antigua finca San Antonio Chiquito, posteriormente incluida dentro del Cementerio de Colón (curiosamente en esta zona recibirían sepultura en primer momento los 8 estudiantes de medicina fusilados en 1871). En el siguiente mapa se observan estos tres lugares.

Cementerio Chino. Plano de 1940.
Cementerio Chino. Plano de 1940.

Como vemos hasta ahora se imponía la necesidad de un sitio para el reposo de los cuerpos de los colonos chinos que no dejaban de llegar a las plantaciones cubanas, una vez abolida la esclavitud. En 1883 el Cónsul Chino emitió una primera carta al Capitán General solicitando los permisos para emprender la construcción del Cementerio Chino de La Habana, esta misiva recibió una una fuerte oposición por parte del Obispo de La Habana.

Sin embargo, diez años después se dio la luz verde al proyecto, aunque con la obligación por parte de los miembros de la comunidad china de utilizar ciertos símbolos católicos en sus tumbas.

Cementerio Chino Entrada frontal

Finalmente y a un costo cercano a los 30 000 pesos se llevó adelante la obra. El primer ciudadano en ser sepultado se llamaba Braulio López, nombre castellanizado, cuyo sepelio se realizó el 29 de octubre de 1893. Atrás quedaban casi 40 años de desprotección de esta comunidad.

Detalles técnicos del Cementerio Chino de La Habana.

Fundado como hemos dicho en 1893 para ello se procedió a la compra de los terrenos que pertenecían a la finca Las Torres, reparto Aldecoa, propiedad de Federico Kholy, apenas a 100 metros del ángulo suroeste del Cementerio de Colón.

Esta compra de tierras ascendió a 8 100 pesos mientras que el resto de infraestructuras construidas ascendieron a 23 700 pesos cubanos. La comunidad china había recolectado cerca de 40 000 pesos mientras que los cubanos se solidarizaron con 6 000 pesos más. Edificado por el arquitecto Isidro A. Rivas en su entrada destacan los caracteres chinos: San Yu Chun Wah (Cementerio General de China).

En un primer momento el área comprendía 9 606 metros cuadrados pero en la actualidad es significativamente inferior. De acuerdo a ECURED la zona actual asciende a 8 199 metros cuadrados.

Cementerio Chino de La Habana 1894
Cementerio Chino-La Habana 1894. Se aprecia que aún no estaban proyectadas el resto de zonas del Vedado. Se observa además el paso de la Madama, anteriores a los puentes que se usaron para cruzar el Río Almendares.

El diseño es similar al del Cementerio de Colón, cuatro cuadrículas separadas por dos calles que se cortan transversalmente. La sobriedad oriental se aprecia en el interior del recinto, destacan algunas tumbas de ilustres miembros de la comunidad, en las cuales profundizaremos más adelante.

De todas las asociaciones chinas que se pueden mencionar en La Habana la que mayor conexión con el Cementerio ha tenido es el Casino Chung Wah (casino porque cuando se funda en mayo de 1893 se usa como herencia el término del Casino Español; y Chung Wah porque significa «chino» en cantonés. La labor de esta institución permitió sacar adelante el proyecto del cementerio además de establecer el reglamento del mismo. Es poco conocida que dicha institución gestionaba el envío de los restos que eran solicitados por las familias chinas.

En el año 1967 se nacionalizó el Cementerio Chino de la Habana, perjudicando las labores de conservación del mismo que realizaba hasta ese momento el Casino Chung Wah desde su fundación.

El camposanto quedó supeditado a la necrópolis de Colón que gestionó como pudo la herencia recibida. Tras ser nombrado Monumento Nacional en 1996 se comienza a rescatar sus criptas y nichos. En el 2003 se termina un proceso de remodelación de los nichos por parte del Casino y del grupo Promotor del Barrio Chino de La Habana.

Como curiosidad es mencionado en la canción Callejón sin Luz de Carlos Varela, perteneciente al disco Siete (2003). «Justo detrás del Cementerio Chino, en el viejo callejón sin luz»…

¿Muertos chinos bajo la Calle 26?

Una de las grandes polémicas vino con la ampliación del Vedado (1949), convertido en una zona refinada de la sociedad habanera, las nuevas disposiciones provocaron que el cementerio perdiera la zona Noreste del mismo, quedando su disposición de la manera actual, con forma de pentágono irregular pero que permite observar perfectamente la disposición rectangular con que contaba en un inicio la zona destinada al cementerio. .

Planos Cementerio Chino- La Habana 1951
Planos Cementerio Chino- La Habana 1951. Se observa que se ha realizado ya la expansión de la Calle 26 que le «robó» parte del terrenos al camposanto.

Debido a la absorción por parte del gobierno de esta parcela para la construcción de la acera y la calle 26, la puerta de acceso tuvo que ser realojada en la posición actual. Se dice, no sabemos si como leyenda o como historia real, que muchas tumbas quedaron bajo las obras de la nueva calle.


(*)-El llamado Cementerio de los Ingleses tuvo esta ubicación, aunque previamente hubo otro donde se realizaron enterramientos pero que debido a las quejas fue trasladado a la posición señalada más arriba.

Ubicado entre las actuales calles 11 y 15, y B y E, el llamado Cementerio de los Americanos, de los Ingleses o de los Protestantes, adquirió fama de sitio maldito, debido a la aparición esporádica de cadáveres despedazados por animales carroñeros, afirmó Manuel Barcia Paz, investigador principal a cargo del estudio en el Gabinete de Arqueología de la OHC en la década de los 90.

Tomado de Granma. Edición digital.

En cambio en el libro Conozca Cuba: Cementerios de La Habana la autora Angela Oramas señala lo siguiente:

El 13 de noviembre de 1832 se autorizó a los ingleses residentes en la Isla, extensivo a los angloamericanos, a edificar camposantos rurales para sus súbditos en las poblaciones donde existieran cónsules. Así fue construido el Cementerio de los Ingleses, emplazado sobre un antiguo pudridero en los Uveros, en el camino hacia la Chorrera, hoy río Almendares, entre la costa y las calles H, 5ta. y acera este de la calle G, en el Vedado. Ocupaba un terrenos de 200 metros de largo por 150 de ancho y se utilizó hasta el 23 de abril de 1864.