Extracto sobre La Habana publicado en el libro «Matanzas, primera urbe moderna de Cuba» de la autora Alicia García Santana.

En 1555 el pirata francés Jacques de Sores incendia la villa de La Habana, agravio que provocó la necesidad de reforzar su defensa.  

Se dispuso así la construcción de una fortaleza de mayor porte en sustitución del primitivo fuerte.

El nuevo castillo, denominado de la Real Fuerza, se inició en 1558 bajo la dirección del ingeniero Bartolomé Sánchez, y concluyó en 1573 por el maestro de obras Francisco de Calona. 

Es un relevante edificio que insertó tempranamente los ideales que en materia de fortificación fueron preconizados por el Renacimiento. 

Está dispuesto en forma de cuadrado dividido en nueve partes iguales, la del centro descubierta a modo de patio. 

Castillo de la Real Fuerza

Según los estudios realizados por Pedro Herrera, el patrón de medida utilizado para la erección del castillo —el pie de Flandes, que corresponde a 0, 2875 metros— cumple la proporción áurea, de manera que todas las 

“longitudes de la fortaleza se corresponden proporcionalmente”. 

En cada esquina se elevan los baluartes, sobre el foso que circunvala a toda la edificación. 

En 1632 se añadió una torrecilla sobre la que se colocó una estatua de bronce con figura de mujer, fundida por el maestro Jerónimo Pinzón, llamada La Giraldilla y considerada uno de los símbolos de la ciudad. Con esta obra penetraron en La Habana ideas de renovación arquitectónica y urbana. 

El nuevo castillo de la Fuerza fue alzado en el espacio correspondiente a la plaza de la iglesia Parroquial 

“mísero bohío en que se celebraban los oficios divinos antes de 1550”

ubicado en el solar donde se construyó el palacio del Segundo Cabo. 

La Habana se expande extramuros

El castillo quedó apresado en la trama urbana, como puede observarse en un plano anónimo de La Habana realizado hacia 1567, donde aparece enfrentado a una manzana ocupada por edificaciones entre las que estaba el inmueble del gobierno. 

Fue necesario despejar dicha área. En 1578, el gobernador Carreño comunica al rey que

 “Cerca de esta fortaleza esta una isleta de casas de v.m. y en ella esta casa es que bien los gobernadores las cuales se compraron cuando la fortaleza se plantó para derribarlas todas y hacer plaza de armas para esta fortaleza […] y ya es tiempo de derribar estas casas y pasarme yo a vivir a la casa que esta hecha en la fortaleza”.

El peligro de que Francis Drake atacara la villa determinó finalmente la demolición de las edificaciones, con lo que quedó libre un espacio destinado a plaza de Armas del castillo.  

El 15 de agosto de 1586, el  gobernador Quiñones daba cuenta de haber hecho 

“deribar todas las casas qye ya vuestra majestad habrá mandado ver y allanar toda la plaza por un tamaño al derredor de la fueza solo queda la iglesia de esta villa”. 

En dicha manzana también se localizaban las viviendas de los individuos más prominentes, entre otros: 

  • Diego de Medina (cuya casa fue valorada en  22, 250 pesos) 
  • Juan Recio (a quien demolieron cuatro viviendas construidas antes del castillo de la Fuerza)
  • Juan Sánchez, Hernando de Orellanada (su residencia fue tasada en 15 568 reales)
  • Francisco de Carvajal (su domicilio se tasó en 15 084 reales)
  • Diego de Soto (al que le derribaron unas casas y bodega con aljibe y alberca, evaluadas en la impresionante cifra de 36 453 reales). 

En 1589 fueron parcelados los terrenos colindantes a la plaza, en los que se reservaron solares para la casa del Cabildo, la cárcel y la carnicería.

A fines del XVI, Cristóbal de Roda levanta un plano de la zona en el que se puede observar el resultado final de estas intervenciones. 

La iglesia Parroquial —reconstruida en la segunda mitad del siglo—, y el hospital, están insertos dentro de la manzana delimitada por las calles O’Reilly, Oficios, Obispo y Mercaderes.  

La plaza de la iglesia se ubica a un costado de la misma, en el ámbito interior de esa manzana, ocupada en la actualidad por el Palacio de los capitanes generales. 

Vista Aérea de La Habana-Plaza de Armas-Malecón
Vista de la plaza de Armas (plano inferior derecho), Castillo de la Fuerza (zona centro-derecha) tras este se encuentra el parque de José de la Luz, el Malecón y así la zona de la izquierda la Catedral de La Habana.

Frente al castillo de la Real Fuerza se encuentra la plaza de Armas propiamente dicha, vinculada espacialmente con la plaza de la iglesia.