En comparación con los demás edificios que rodean la Plaza de la Catedral, la construcción de la llamada Casa de Baños es relativamente reciente.

El edificio colonial de dos niveles se encuentra en la esquina que forman la calle San Ignacio y el famoso Callejón del Chorro; en el espacio mismo que antaño ocupara el aljibe o cisterna del que se abastecían de agua potable los vecinos de La Habana y las flotas que recalaban en el puerto.

Casa de Baños…. Un refresco en plena Plaza de la Catedral

Tras la entrada en servicio del Acueducto de Fernando VII, el agua de la Zanja Real dejó de correr hasta el Callejón del Chorro y la cisterna perdió todo sentido práctico. Por esa razón, en 1854 el espacio fue ocupado por un almacén de frutas.

En 1890, se instalaron en el inmueble los Baños de Guiliasti, que fueron los primeros baños públicos que existieron en Cuba y que popularmente serían conocidos como Baños de la Catedral. Aunque sólo funcionaron durante las primeras décadas del siglo XX, la memoria de la casa se fijaría en el imaginario popular que seguiría llamándola Casa de Baños hasta el día de hoy.

Tras cerrar los baños públicos se reformó nuevamente el caserón para convertir la planta baja en almacén y el nivel superior en viviendas. El primer Historiador de La Habana describe, en 1928, a la antigua Casa de Baños como:

(…) un almacén, que desentona por completo con el carácter de la Plaza.

Roig de Leuchsenring, Emilio. La Habana de ayer, de hoy y del mañana. Biblioteca de Artes Gráficas. La Habana. 1928

El criterio de Roig estaba, sin dudas, influenciado, porque en 1928 la Casa de Baños no se podía considerar de ninguna forma como un edificio con valor patrimonial como su colindante Casa de los Marqueses de Aguas Claras o la Iglesia de la Catedral; algo que sí se ha ganado de sobra ya tras cien años de haber expresado su opinión el ilustrísimo historiador.

Cultura y sociedad

Al día de hoy la antigua Casa de Baños está ocupada por una galería de arte y una tienda de objetos artesanales mientras el piso superior continúa con su función residencial. Se combinan así, en el antiguo caserón, la casas de vivienda con los locales comerciales y culturales; lo que ha sido una de las líneas rectoras del proceso de restauración del Centro Histórico de La Habana.

En el ángulo de la pared de la antigua Casa de Baños que coincide con el Callejón del Chorro y la Calle San Ignacio existen dos tarjas de suma importancia historica:

La primera y más reciente de ellas recuerda a los transeúntes que hasta ese lugar llegaban las aguas de la Zanja Real para represa ese y dar de beber a la ciudad y la flota antes de perderse definitivamente en el mar.

La segunda, y muchísimo más antigua, rinde homenaje al gobernador bajo cuyo mando se concluyeron las obras de la Zanja y dice así, en castellano antiguo:

Esta agua traxo el Maesse de Campo

Jvan de Texeda

Anno de 1952

Bajo esta segunda tarja se encuentra empotrado un antiguo surtidor de mármol como los que existían antaño en el muro que represaba las aguas de la desaparecida Zanja Real.