La calle Compostela es una de las arterias más antiguas de La Habana pues su origen se remonta al siglo XVI. Es, además, una de las más extensas del Centro Histórico de la ciudad, pues recorre la ciudad de norte a sur en casi toda la superficie longitudinal.

Fue Compostela el resultado de la fusión de dos núcleos iniciales: el primero en una colina situada a orillas del mar, donde hoy se encuentra la Loma del Ángel; y el segundo en el llamado barrio de Campeche, donde se habían asentado los indios yucatecos; que con los años se unieron en un eje único que unificó los terrenos al norte y el sur de la ciudad.

De la calle de San Diego a la calle Compostela

Durante los siglos XVI y XVII se conoció como calle de San Diego por una ermita consagrada a San Diego de Alcalá que existía en sus lindes; pero tras la muerte del venerable obispo Diego Evelino de Compostela y Vélez en 1704 se le comenzó a llamar Obispo Compostela y finalmente sólo Compostela.

Como todas las calles de La Habana antigua tuvo Compostela sus esquinas famosas: la de la intersección con la calle Merced fue conocida como la del Zapato, por una zapatería que existió en el lugar; la de la Jesús María por la de la Culebra, por una culebra que había pintada en el lugar; y la de Paula por la de la Sambumbiera, por venderse en esa esquina la bebida conocida como sambumbia.

Calle Compostela esquina Acosta
Señalización antigua de la calle Compostela en su cruce con la calle Acosta

A pesar de su origen marginal con el paso de los años la calle Compostela ganó en importancia. En sus márgenes se construyeron algunos edificios notables durante los siglos XVII y XVIII como la Iglesia del Espíritu Santo, la Iglesia y Hospital de San Francisco de Paula, la Iglesia y Hospital de San Isidro y la Iglesia y Convento de Belén, además del Cuartel de Infantería, el Cuartel de Artillería y la llamada Casa de Recogidas.

Calle Compostela frente al Convento de Belén
Calle Compostela frente al Convento de Belén

Mas, no sería hasta el siglo XIX que Compostela adquiriría su aspecto actual al desaparecer todas las estancias y huertas y construirse un gran número de casas de vivienda.

En su recorrido Compostela enlaza dos importantes espacios públicos, las plazuelas del Santo Ángel y de Belén, ambas muy importantes dentro del imaginario popular de la capital cubana.