La calle Belascoaín en el municipio de Centro Habana se extiende desde el Malecón hasta la calle Cristina, cruzando los Cuatro Caminos.

Su nombre oficial es Padre Varela (en honor al presbítero cubano), y así aparece en las señalizaciones que se suceden a lo largo de su recorrido de norte a sur. Sin embargo, al día de hoy, y tras más de un siglo de haberse rebautizado, los habaneros la siguen llamando Belascoaín.

Calle Belascoaín… la calle del Conde

El nombre de calle Belascoaín lo recibió en 1843, en honor de Don Diego de León, Conde de Belascoaín y amigo personal del entonces Capitán General, Leopoldo O’Donnell; pero el origen de la calzada hay que buscarlo más de medio siglo antes, en 1782, cuando se abrió por primera vez al tránsito como calle del Cocal.

Calle del Cocal fue el primero y más antiguo nombre de la calle Belascoaín, pero antes de ser bautizada con este último, se llamó también Calzada de la Beneficencia (por encontrarse esta institución a su vera) ; de Gutiérrez (por el constructor canario que abrió la calle) o del Hospicio (también por la mencionada Casa de Beneficencia).

La calle Belascoaín se cruza en su recorrido con varias de las vías más importantes de la ciudad: San Lázaro, Neptuno, Zanja, ReinaCarlos III y Monte.

Esta ubicación privilegiada la convirtió en una calle comercial por excelencia durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del XX. En sus anchos portales, y a ambos lados de las aceras, además, de los numerosos comercios de todo tipo encontraron lugar algunos de los edificios más notables de la ciudad.

De norte a sur se pueden mencionar, en el largo recorrido de elegantes portales corridos de la calle Belascoaín, por su importancia socioeconómica e histórica los inmuebles siguientes:

  • Casa de Beneficencia (demolida en 1959), donde se encontraba el célebre torno.
  • Asilo San José (demolido en 1959)
  • Hospital Hermanos Amejeiras: Originalmente diseñado para ser la sede del Banco Nacional de Cuba; se construyó en el espacio que antaño ocuparan el Asilo San José y la Casa de Beneficencia.
  • Hotel San Luis (en la acera este, frente a la antigua Casa de Beneficencia); ya demolido, sólo se conserva la primera planta convertida en viviendas sociales.
  • La Fábrica de Tabacos Romeo y Julieta (ya demolida) en la acera oeste, entre las calles Concordia y Virtudes.
  • El edificio de la Gran Logia Nacional en la esquina con Carlos III
  • La tienda por departamentos Yumuri (antigua Casa de los 3 quilos), en su época una de las más modernas de la ciudad.
  • En la esquina a la Gran Logia en Carlos III, la antigua Fábrica de Tabacos H. Upmann (demolida en la primera mitad de la década de 1960)
  • Entre Sitios y Maloja, en la acera oeste, la antigua Escuela de Artes y Oficios de La Habana.
  • El Instituto de Diseño Industrial, donde antaño radicara la Secretaría de Salud.

De cines y parques en la calle Belascoaín

Si de parques y de cines se habla, la calle Belascoaín tuvo mucho de los primeros y menos de los segundos debido a su carácter comercial. Sin embargo, en la misma medida en que fueron desapareciendo algunos grandes edificios fueron emergiendo las áreas verdes a lo largo de la vía:

En particular destacan tres: el Parque Maceo (en Belascoaín entre Malecón y San Lázaro se encontraba el bello pórtico de acceso, desaparecido hace muchos años) ; el Parque Finlay, entre Estrella y Maloja, frente a la antigua sede de la Secretaría de Salud; y el Parque Karl Marx, también conocido como «Parque de la WiFi«, surgido tras la demolición de la Fábrica de Tabacos H. Upmann que ocupaba esa parcela.

Casi en el extremo sur de la calle, en los Cuatro Caminos, existen tres pequeños parques de escaso valor, surgidos también tras la demolición de los edificios que allí existían.

Calle Belascoaín en la década de los 50
La calle Belascoaín a inicios de la década de 1950. Se pueden observar el cine Belascoaín (luego llamado Astor), el cine Favorito, la Competidora Gaditana y al fondo la Gran Logia

La calle Belascoaín fue una «calle de cines». En su momento de mayor esplendor llegaron a funcionar al unísono cinco salas de proyección:

En las primeras décadas del siglo XX existió también el cine Edén en la intersección de Belascoaín y Desagüe que fue el primero en desaparecer.