Bonifacio Byrne Puñales fue un patriota y poeta cubano, autor del célebre poema «Mi bandera». En 1919 fue nombrado por el Senado de la República de Cuba como Poeta Nacional.

Nació en la ciudad de Matanzas el 3 de marzo de 1861 y fue bautizado en la Iglesia de San Juan Bautista.

Desde muy joven se aficionó al oficio de escribir, por lo que frecuentaba el «Círculo Literario» de su ciudad natal y, junto a su amigo Manuel de los Santos Carballo (que también fue un poeta de inspiración) fundó el periódico La Mañana.

Bonifacio Byrne el poeta patriota

En plena Guerra del 95, Bonifacio Byrne, quien ya se había señalado ante las autoridades coloniales como partidario del ideal independentista – sobre todo después de que en sonetos fustigara el despotismo español por el fusilamiento del comandante del Ejército Libertador Domingo Mujica – debió salir al exilio en compañía de su familia.

Se estableció en Tampa, Estados Unidos, donde de inmediato se puso a disposición del Club Revolucionario Cubano, que lo nombró su secretario. Trabajos suyos aparecieron con frecuencia en los periódico Patria, El Expedicionario y El Porvenir, órganos de la emigración revolucionaria cubana.

A la par y para poder poner el pan en la mesa, realizó colaboraciones en periódicos y revistas y trabajó como lector de tabaquería.

Rendida España tras su breve guerra con los Estados Unidos, se apresuró Bonifacio Byrne en regresar a Cuba: el 3 de enero embarcó en el vapor Mascotte que al día siguiente llegaba a La Habana.

Ver la bandera cubana en el Morro acompañada de la de Estados Unidos lo impactó profundamente, por lo que, apenas descendió del barco, llevó al papel toda su dolor patriótico y escribió de carrerilla el poema «Mi bandera», una declaración intransigente de principios en forma de versos que fue publicada al día siguiente en un periódico matancero y se hizo popular de inmediato:

Al volver de distante ribera,
con el alma enlutada y sombría,
afanoso busqué mi bandera
¡y otra he visto además de la mía!

¿Dónde está mi bandera cubana,
la bandera más bella que existe?
¡Desde el buque la vi esta mañana,
y no he visto una cosa más triste... 

!Con la fe de las almas austeras,
hoy sostengo con honda energía,
que no deben flotar dos banderas
donde basta con una: ¡la mía!

En los campos que hoy son un osario
vio a los bravos batiéndose juntos,
y ella ha sido el honroso sudario
de los pobres guerreros difuntos.

Orgullosa lució en la pelea,
sin pueril y romántico alarde;
¡al cubano que en ella no crea
se le debe azotar por cobarde!

En el fondo de oscuras prisiones
no escuchó ni la queja más leve,
y sus huellas en otras regiones
son letreros de luz en la nieve...

¿No la veís? Mi bandera es aquella
que no ha sido jamás mercenaria,
y en la cual resplandece una estrella,
con más luz cuando más solitaria.

Del destierro en el alma la traje
entre tantos recuerdos dispersos,
y he sabido rendirle homenaje
al hacerla flotar en mis versos.

Aunque lánguida y triste tremola,
mi ambición es que el Sol, con su lumbre,
la ilumine a ella sola, ¡a ella sola!
en el llano, en el mar y en la cumbre.

Si deshecha en menudos pedazos
llega a ser mi bandera algún día...
¡nuestros muertos alzando los brazos
la sabrán defender todavía!.

Se estableció en Matanzas donde, ya en la República, trabajó por largos años como secretario del Gobierno Provincial y en la Superintendencia de Escuelas. También colaboró en periódicos locales y nacionales y poemas suyos aparecieron con frecuencia en el «Diario de Matanzas», La Discusión y El Fígaro, entre otros.


La bandera norteamericana en el Morro inspiró a Bonifacio Byrne su poema "Mi bandera"

El dolor y la indignación que provocó en Bonifacio Byrne el observar la bandera de Estados Unidos en el Castillo del Morro le llevaría a escribir «Mi bandera», el más conocido de sus poemas.


Apartado por completo de los rifirrafes políticos, gozó Bonifacio Byrne, de una gran prestigio entre sus paisanos que en el año 1915 le otorgaron la condición de Hijo Ilustre de Matanzas.

Poeta Nacional

En 1919 el Senado de la República se hizo eco del clamor popular y en sesión solemne declaró a Bonifacio Byrne como Poeta Nacional de Cuba en reconocimiento público a su brillante hoja de servicios como patriota y a sus sobrados méritos como escritor.

Ya desde comienzos de la década se habían elevado las voces en pro del poeta matancero que por ese entonces se encontraba en precaria situación económica. Uno de los principales promotores de que se le otorgara la condición de Poeta Nacional a Bonifacio Byrne fue el periodista Francisco Cañellas, quien en 1911 escribiera en la revista Bohemia:

«Byrne es merecedor de un homenaje de la Patria plena que lo coloque en el puesto que le corresponde».

No sería Bonifacio Byrne el último en recibir este homenaje. En lo que clasifica, por lo menos, en un olvido imperdonable, las autoridades cubanas otorgarán la condición de Poeta Nacional dos veces más a Agustín Acosta en 1955 y a Nicolás Guillén en 1961.



Falleció Bonifacio Byrne Puñales el 5 de julio de 1936 en su querida ciudad de Matanzas. Murió pobre y tuvo un entierro sencillo, tal y como lo había pedido en su poema «Mi voluntad»:

(...) si  alguno  quisiera
grato hacerme aquel asilo,
que  coloque   mi bandera
con    patriótico  sigilos
sobre   mi  cruz de madera
y   así   dormiré   tranquilo.