Un día cualquiera, de 1951, una abuela soñadora tomó de la mano a su nieta y la llevó a una convocatoria para estudiar ballet, la niña contaba nueve años y se llamaba Aurora Bosch.
No podía imaginar la amable anciana que, dieciséis años después de ese dia primero, un muy prestigioso crítico de ballet bautizaria a su nieta como una de las Cuatro Joyas del Ballet Nacional de Cuba.
Aurora Bosch una vida para el ballet
Aurora Bosch nació un 10 de diciembre de 1942, en La Habana, nueve años después la Academia de Ballet Alicia Alonso lanzaba un convocatoria de becas para estudios, una de esas plazas fue ganada por la futura joya, quien de otra manera no habría podido estudiar ballet, pues provenía de un hogar humilde.
Luego de tres años de formación se produce su debut escénico, en 1954, en el estreno continental -en su versión completa- de una obra que andando el tiempo sería una de sus plazas fuertes: El Lago de los Cisnes. En ella interpretó el papel de paje de la reina madre.
Más esta no es la fecha que la bailarina asume como el inicio de su carrera, sino el 17 de noviembre de 1956, cuando en el Teatro Asunto de Matanzas sube a escena -para suplir una ausencia- como parte del cuerpo de baile en el ballet Las Silfides.
Poco después la compañía cerró temporalmente y Aurora Bosch estuvo asociada al Taller Experimental de Danza, aunque es llamada por Alicia -en 1958- para que integrara el elenco de Giselle, obra que montaba para el Teatro Griego de Los Ángeles. Al año siguiente se repetiría la llamada, esta vez para el ballet Coppelia.
Durante éste tiempo Aurora Bosch comienza la que sería su segunda pasión, la enseñanza. Comienza a impartir clases en academias de La Habana y Matanzas.
Con el regreso de Alicia Alonso se crea entonces el Ballet Nacional de Cuba, en el cual Aurora Bosch se gana un puesto a través de las audiciones.
A partir de ese momento está será su vida, a la cual aún se encuentra ligada, con ellos viajará el mundo, cosechará aplausos, ovaciones cerradas, deslumbrará con el cisne negro, asombrará en Giselle…
Precisamente con éste último gran ballet, Aurora Bosch llega al cine, cuando interpreta una de las amigas en la película de Enrique Pineda Barnet Giselle.
El 17 de junio de 1967, el importante crítico de ballet Arnold Haskell, en un artículo publicado en el periódico Granma titulado Las Cuatro Joyas, la inmortalizara al incluirla en tan selecto elenco. En dicho artículo dice:
Tiene bien puesto el nombre de Aurora; nunca deja de iluminar el escenario…
Cubarte
Desde entonces, hasta su retiro como bailarina, Aurora Bosch ha interpretado los más grandes clásicos del bello arte de las puntas, tanto con el BNC como en el extranjero. Ha sido premiada y aplaudida desde México, donde dirigió el Ballet Clásico de México, hasta la exigente París.
Según ECURED, otros destinos donde Aurora paseó su maestría y capacidad fueron:
los teatros de Ópera de Bucarest, Lasi y Cluj, en Rumanía; de Vilnius, de Odessa y Tashkent, y el Grupo Estatal de Ballet de Moscú
La Maitre
Casi desde sus inicios Aurora simultaneo el baile con la enseñanza, por lo que ha acompañado y formado a la gran mayoría de los bailarines que por la academia habanera han pasado.
Aunque ha declarado que ya a nivel de compañía prefiere trabajar con el cuerpo de baile, pues son la fuente de donde nacen la estrellas.:
Por eso seguimos bailando siempre en la escena
En los últimos años su labor de maestra ha tenido una fuerte presencia en la madre patria de nuestros abuelos, con el Ballet Nacional de España.
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