Las distintas insatisfacciones de acaudalados criollos, asociados alrededor de la prominente Sociedad Económica de Amigos del País y de la Junta de la Real Hacienda, generó la presión necesaria para la creación del Archivo General de la Isla de Cuba (bajo el nombre entonces de Archivo General de la Real Hacienda de la Isla de Cuba) mediante Real Decreto 531 de la entonces reina regente María Cristina de Borbón y dos Sicilias.

La cuarta esposa se Fernando VII, «El VIL» como se le conoció en Cuba pero al que debemos el acueducto de Fernando VII, doña María Cristina es conocida en La Habana por legar su nombre al Mercado de Cristina, a la Calzada de Cristina (que cruza gran parte del barrio de Atarés) y el desaparecido puente de igual nombre, que quedaba cercano al puente de Chávez, y por donar su nombre a la estación de trenes del Oeste, conocida como Estación de Cristina.

Archivo General de Real Hacienda de la Isla de Cuba (1840-1856)

Nacía el Archivo General de la Real Hacienda con «la finalidad de dar servicio a la población al tiempo que busca apoyar la investigación científica«, un 28 de enero de 1840, pocos meses antes de que acabase la regencia de la polémica reina, siendo el quinto archivo más longevo de entre sus homólogos americanos tras el Archivo General de la Nación de la República Argentina (1821), el Archivo General de la Nación de la República de México (1823), el Archivo General de la Nación de Bolivia (1825) y el Archivo Nacional de la Nación del Brasil (1838).

El Archivo General de la Real Hacienda (al que nos referiremos como Archivo General de la Isla de Cuba a partir de este momento) tenía la compleja labor de unificar una serie de archivos individuales que estaban dispersos por las distintas instituciones de la época colonial.

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El criollo Claudio Martínez Pinillos, Conde de Villanueva, pieza decisiva para la creación del Archivo General de la Isla de Cuba

El incansable Claudio Martínez Pinillos, conde de Villanueva, presentó a través de don José Miguel Rodríguez, Oficial Mayor de la Secretaría de la Intendencia, el 17 de agosto de 1839 el proyecto a la Junta Superior Directiva de Real Hacienda que es la encargada de enviar a Madrid el documento para su aprobación.

Tras el visto bueno Real se establece el recién creado Archivo General de la Isla de Cuba en las salas del edificio de la desaparecida Factoría de Tabacos (luego Hospital Militar y ahora dependencias de la estación central de Ferrocarriles) situados cercanos al Arsenal.

Reglamento del Archivo

Se presentó el expediente núm 443, cuaderno 36 de cajas formado a consecuencia de participación que el Señor Contador mayor decano D. Ramón González hizo al Excmo.. Sr. Superintendente general delegado interino de Hacienda de aproximarse la conclusión de la preparación de las salas elegidas en el edificio de la extinguida factoría, para fundar un archivo general en que se reúnan todos los expedientes y documentos de la Real Hacienda de esta Isla.

Con inclusión de las cuentas fenecidas por el Real Tribunal de ellas, custodiándose tan interesante depósito con el mayor esmero a fin de impedir su destrucción, y procediendo inmediatamente á la coordinación, enlegajamiento y apertura de registros é índices, cuyo establecimiento proyectado por su Señoría y del que hasta ahora se ha carecido, mereció la aprobación, tanto del Excmo.. Sr. Superintendente propietario Conde de Villanueva, como del actual Excmo. Sr. Superintendente interino D. Joaquin de Ezpeleta, acompañándose el reglamento que ha de servir para aquella dependencia, y proponiéndose el número de empleados que deben desempeñarla con las dotaciones precisas.

Convencida la Junta de las ventajas que resultarán con la creación de una oficina que facilitando sin demora antecedentes, contribuya eficazmente á ilustrar las materias oficiales asegurando el acierto, y no fiándolo a inspiraciones o recuerdos en que tanto se aventura, no siendo menos atendible la consideración de que la
tranquilidad y garantía de todas las personas que manejan fondos públicos, depende así como la de los intereses del Erario, de que se guarden cuidadosamente los comprobantes de multitud de cuentas hasta ahora abandonadas, por no haberse pensado antes en el nombramiento de empleados responsables a cuyo cargo estén: pasó después á ocuparse en la lectura del citado Reglamento…

Extracto del Reglamento para el Archivo General de la Real Hacienda de la Isla de Cuba. Habana-1839. Imprenta del Gobierno y Real Hacienda

Debido al crecimiento exponencial del «precario almacén de papeles«, según palabras del Dr. Roig, que en un primer momento contenía los fondos de las dependencias de la Junta de Fomento, Intendencias de La Habana, Santiago de Cuba, Puerto Príncipe y Subdelegación de Matanzas fue necesario buscarle una nueva locación donde encontraran acomodo los documentos que no paraban de llegar.

Apenas unos años después de constituido recibió el traslado de los archivos de Las Floridas, Louisiana, el de las islas de Santo Domingo y Puerto Rico, el de la Real Compañía de Filipinas y el del extinguido ejército de Costa Firme.

Archivo General de la Isla de Cuba (1857-1898)

Es así como por Real Orden de 31 de octubre de 1857 se cambió la denominación del mismo dando nacimiento al Archivo General de la Isla de Cuba con los

«expedientes y documentos innecesarios para el despacho de lo corriente o que ya no fuese preciso consultar, correspondientes a los ramos de Gobernación, Hacienda, Guerra y Marina».

Dr. Emilio Roig de Leuchsenring, en La Habana. Apuntes Históricos. Tomo III

Tras su constitución llegó a atesorar verdaderas joyas en forma de documentos del período colonial y pese al enconado esfuerzo de José del Rosario Nattes, primer jefe del Archivo General de la Isla de Cuba, se destruyeron y sustrajeron múltiples documentos de interés para la historia de la isla de Cuba durante los sucesivos traslados y solicitudes desde la península.

Archivo General de la Isla de Cuba, mapa de las zonas

En el mapa de 1857 que mostramos a continuación podemos observar las distintas locaciones que tuvo el Archivo General de la Isla de Cuba entre 1840 y 1898.

En el recuadro rojo tuvo su primera ubicación (Factoría de Tabacos), en azul la segunda (en las dependencias de la Iglesia y Convento de San Francisco de Asís) y en amarillo el lugar que hoy ocupa, la manzana comprendida entre las calles Compostela, San Isidro, Picota y Desamparados.

Podemos mencionar la Real Orden de 1883 que establecía el traslado de gran parte de los documentos que se encontraban en el Archivo General de la Isla de Cuba. Pasarían unos años para que se diera cumplimiento a la misma pero en 1890 ya constaba el envío de al menos 11 remesas, fundamentalmente entre los años 1888 y 1889.

Las gestiones fueron aceleradas por Nemesio Cornejo Villarroel, Archivero Bibliotecario y Abogado del Ilustre Colegio de Madrid, quién se encontraba de visita en la Isla catalogando los fondos históricos almacenados en el país.

Con la cercanía del fin de la dominación española en la isla de Cuba se produjo el mayor de los saqueos cuando la inmensa mayoría de los documentos importantes relacionados con el descubrimiento de América (Real Orden No. 481 de 10 de mayo de 1890) fueron trasladados a España para engrosar las estanterías del Archivo Histórico Nacional de Madrid -trasladado posteriormente al Archivo Histórico de Guerra, radicado en Segovia-, al Archivo de Indias y al Museo y Biblioteca de Ultramar.

Presidentes y curiosidades del Archivo

Desde su fundación hasta la designación de Néstor Ponce de León por parte del gobierno de intervención estadounidense el Archivo General de la Isla de Cuba tuvo 19 rectores o jefes. El mencionado Rosario Nattes estuvo al frente de la institución durante dos períodos (1840-1844) y (1844-1851), una curiosidad radica en que quien lo sustituyó, Blas María de San Millán, lo hizo con como interino desde el 12 de septiembre de 1851 hasta el 31 de enero de 1858 cuando fue nombrado rector en propiedad, cargo que ostentó hasta el 13 de abril de ese mismo año.

Francisco de Ortega y López de Ayala estuvo hasta en tres etapas al frente del Archivo entre el 25 de mayo de 1871 y el 12 de abril de 1873 la primera, se reincorporó el 22 de octubre de ese mismo año para estar diez años, hasta el 6 de diciembre de 1883, durante esa segunda etapa. Finalmente volvería a estar al frente de la institución tras una breve estadía de Rafael Eguileor (31 de enero a 29 de julio de 1884) por un tercer período entre el 22 de agosto de 1884 y el 7 de mayo de 1886.

Fuente de los Leones
En las dependencias del Convento de San Francisco de Asís estuvo el Archivo General de la Isla de Cuba

Ignacio de Cárdenas y O’Farril estivo en dos períodos también, pero de muy corta duración ambos. Entre el 15 de mayo y el 30 de agosto de 1895 y entre octubre y noviembre de 1897. Finalmente sería Manuel Fernández Linero, entre el 1 de enero de 1898 y el 14 de septiembre de 1899 el último encargado del Archivo General de la Isla de Cuba.

Bajo el gobierno de intervención estadounidense el Archivo Nacional de Cuba fue trasladado al Castillo de la Fuerza, designándose el cargo de Director Conservador de Archivos a Néstor Ponce de León quien ocupó dicho cargo brevemente, entre el 14 de septiembre y el 17 de diciembre de 1899, debido a su prematuro fallecimiento. Sobre este nuevo período, coronado con la inauguración del flamante edificio del barrio de San Isidro, ahondaremos en futuras entradas.

(Continuación aquí)