Antonio Gades nació en Elda, Alicante, el 14 de noviembre de 1936, su verdadero nombre era Antonio Esteve Ródenas y no sería hasta 1952 en que comenzará a emplear aquel con el que triunfó.

Como hijo de un comunista y republicano, en la España de la guerra civil, el niño Antonio creció en un hogar pobre, no pensó jamás en bailar, solo en ganarse el sustento diario, por lo que la futura leyenda del ballet español trabajó en cuánto empleo le permitía ganar algo, desde ayudante en el periódico ABC, hasta boxeador y ciclista, solía tener, con muy corta edad, hasta tes trabajos distintos:

Antonio Gades y su madre
Antonio y su madre

Probé de todo, de ciclista, torero, lo que nos dejaban a los pobres, hacer de bufones, básicamente. Hasta de boxeador, pero la primera guantada que me dieron dije que la próxima se la diera a su madre y tiré los guantes.

Fundación Antonio Gades

A la fama escapando del hambre

Antonio Gades sentía pasión por el baile, pero el adolescente Antonio Esteve Ródenas no, ese quería ser ciclista, y si bailaba lo hacía en la calle, con los demás chicos, como parte de las diversiones cotidianas. Hasta que en una de esas, una vecina se fijó en las cualidades excelentes que tenía el chico Antonio, fue ella quien habló con la madre y le sugirió que el muchacho debía tomar clases, pues sus condiciones eran magníficas.

Antonio Gades
El niño Antonio Gades cuando trabajaba de botones.

Realmente el baile le era indiferente, el chico solo quería comer y que su familia comiera, pero aquello podía sr una fuente de futuros empleos, así que el muchacho comienza a tomar clases, para:

para escapar del hambre, no por otra cosa. Por mis venas no corría entonces sangre vocacional por la danza, sino más bien anemia por hambre. O sea que llegué al baile por hambre. El hambre, o te hunde o te despierta la inteligencia.

Antonio Gades
Antonio Gades adolescente, en sus inicios en el baile.

En el camino se le van abriendo puertas, comienza a obtener algunos trabajos en cabarets como bailarín. Es aún un adolescente cuando conoce, en una de esas academias, a Emilio de Diego, quien sería su guitarrista acompañante hasta 1981 y poco después, en un Festival en Santander, Manuel Castellanos le ve bailar y le presenta a la persona que literalmente le cambió la vida, Pilar López, quien en ese entonces dirigía una de las compañías danzarías más exitosas de España.

Nace Antonio Gades

Antonio Gades nació en la Compañía de Pilar López -fue ella misma quien se lo puso, pues decía que el Rodenas no sonaba muy artístico-, en ella además creció y se formó como bailarín profesional, logrando una progresión asombrosa: al año de su entrada ya abandonaba el cuerpo de guardia para ser primera figura, poco después se estrenaba como coreógrafo, y a los nueve años de estar decidía marcharse, por considerar que ya el ciclo de aprendizaje que la compañía podía brindarle había concluido.

A la salida de la compañía de ballet español de Pilar López, Antonio Gades emprende un recorrido de búsqueda de su sello coreográfico, ávido como estaba de enriquecer su estilo comienza un peregrinaje que durante siete años le llevará por distintas regiones de Europa, la primera de esas paradas fue en Roma, donde conoce al bailarín británico Antón Dolin, con quien forma una relación profesional en la que ambos se influirán mutuamente.

Antonio comienza a ganar fama de excelente coreógrafo y excepcional bailarín, por lo que las más importantes figuras del medio, desde escenógrafos hasta directores de orquesta quieren trabajar junto a él, así comparte con figuras como: Gian Carlo Menotti, Thomas Schippers, Carla Fracci, Ettore Bastianini etc.

Debuté en la Scala de Milán el 20 de diciembre de 1962 como primer bailarín y maestro del cuerpo de baile. Intervine en varios programas de televisión en Italia y rodé una película con Vittorio Gassman. Mi estancia en la Scala duró nueve meses. En opinión de la prensa italiana son nueve meses de éxitos, interrumpidos por las maniobras poco claras de algunos compañeros en el seno del cuerpo de baile.

Pero Antonio Gades está en una búsqueda constante del estilo, por lo que al considerar agotadas las posibilidades de crecimiento abandona Italia para refugiarse en París, donde no baila, solo toma clases, que van desde coreografía hasta apreciación de la pintura. Eso, y el zambullirse en el ambiente artístico de París es lo que saca de Francia.

De regreso en España, Antonio Gades funda su primera compañía, con la cual revolucionaría el flamenco, despojándolo de afeites innecesarios, aspectos banales y mal gusto. Rescatará el estilo más austero del flamenco, el cual enriquece con los nuevos aires coreográficos europeos e incluso, con técnicas tomadas del abstraccionismo y el surrealismo pictórico.

El éxito es arrollador, pero Antonio Gades es un inconforme en un viaje permanente de aprendizaje, por lo que un contrato sustancioso, para presentarse en New York, es el pretexto que le permitirá cruzar el Atlántico y beber de las Américas.

Cuba y Alicia Alonso al rescate

Para 1975 Antonio Gades ha triunfado en los más importantes circuitos mundiales, sus creaciones cosechan premios y son verdaderos éxitos de taquilla. Pero estando en Italia, para bailar en la Scala, le llega la noticia de que Franco ha ordenado el fusilamiento de unos militares vascos. Antonio, desde niño se sintió comunista, como el padre -incluso pertenecía al Partido Comunista Español-, por lo que en respuesta a un hecho condenable le anuncia al mundo su retiro de las tablas.

En 1978 le llega una invitación de Alicia Alonso, para que viniera a Cuba a bailar. Antonio Gades siempre se había sentido muy cercano a la isla, y pese al retiro decide volver. La oportunidad de aprender de la Prima Ballerina Assoluta no la iba a dejar pasar.

Antonio Gades

En La Habana, Gades se estrena, el 28 de abril de 1978, junto a Alicia Alonso, Sergio Vitier y Tata Güines en Ad Libitum, una coreografía de Alberto Méndez. También encarnará a Hilarión en Giselle.

Sobre esta etapa declaró:

Alicia Alonso ha contribuido a enseñarme el verdadero sentido de un trabajador de la cultura. Allí Alicia Alonso me enseñaría todo lo que después puse al servicio del Ballet Nacional.

De regreso en España se le ofrece la dirección del Ballet Nacional Español, Antonio Gades había vuelto del retiro gracias a la magia del ballet 

El Ballet Nacional Español 1978-1980

Con el regreso de la democracia a España se respiraban nuevos aires culturales, en ellos Antonio se sentirá a gusto, haciendo cuajar un proyecto añorado en la península. Sobre esto dijo:

Permanecí dos años en este puesto. Hasta que yo llegué no había nada. Yo organicé todo: clase de danza, de cante, compañía. Funcionaba de maravilla pero me echaron por motivos políticos.

Los motivos políticos fueron la posición con respecto a la existencia de un Ballet Nacional, pues Gades creía que una institución que aspirará a ello en España debía representar todas las danzas y tradiciones regionales españolas, sin imposicion de unas por encima de otras. El Ballet Nacional Español que el soñó funcionaria el estilo clásico tradicional con danzas regionales, pues solo así podría aspirar a tal nombre.

Por ello comienza por rescatar la memoria coreográfica española del siglo XX, haciendo una selección de varios piezas escénicas de distintos puntos de España.

El éxito de la primera gira por Europa y América es tremendo, lo cual vendría a demostrar la validez del criterio de su director, sin embargo en 1980 es cesado en el puesto, por declaraciones que señalaban la deficiencias del Ministerio de Cultura, incluida la de realizar más función  de policía que de artista.

Antonio Gades

Al cesar sus funciones en el ballet español, Antonio Gades inicia un periodo cinematográfico junto a Carlos Saura, en el cual rodará algunas de sus más célebres piezas como: Bodas de Sangre y Carmen. A ello dedicará gran parte de la década de los ochenta, logrando una verdadera avalancha de éxitos.

Para 1990 se siente agotado, vacío, necesita un descanso que le permita recuperar su fuerza creativa, por lo que se hace a la mar. Sí, literalmente, agarra su barco y parte de Altea, un día de 1992, rumbo a La Habana, la ciudad de la que decía: es el puerto de mi vida.

Cuba no es una aventura, es el puerto de mi vida. Cojo el barco y al entrar por cualquier puerto me siento bien, me siento un hombre que forma parte de la naturaleza.

La regreso se sumerge en una de sus mejores creaciones, Fuenteovejuna, para lo cual regresó a sus inicios en la compañía de Pilar López, y a la Jota como baile.  En la obra fusiona tradiciones y ritmos de las distintas regiones de España, solamente la banda sonora funde más de treinta ritmos diferentes.

La obra, que sería su última creación, es un éxito con la cual recorre el mundo, cosechando grandes elogios y recibiendo el Premio de Dirección Coreográfica de la Asociación de Directores de Escena (ADE).

Antonio Gades falleció un 20 de julio del año 2004, por deseo suyo sus cenizas fueron traídas a Cuba por su esposa y sus tres hijas. Descansan desde entonces en el Mausoleo del Segundo Frente Oriental Frank País.