Antonio Bachiller y Morales, profesor universitario, historiador considerado el padre de la bibliografía cubana, periodista y erudito de las artes y las letras. En su honor se instituyó el día del bibliotecario en Cuba en honor a la fecha de su nacimiento.

Siguiendo la línea de recordar a figuras de las artes, las ciencias y la medicina llegamos hoy a una figura bastante conocida, mencionada en varias carreras universitarias, por sus aportes en diversos campos teóricos relacionados con el estudio bibliográfico y la etimología del lenguaje.

En su honor nuestro José Martí dijo:

“caballero cubano, americano apasionado, cronista ejemplar, filólogo experto, arqueólogo famoso, filósofo asiduo, maestro amable, abogado justo, literato diligente y orgullo de Cuba»…

…»fue Bachiller notable porque cuando pudo abandonar a su país o seguirlo en la crisis a que le tenían mal preparado su carácter pacífico, su filosofía generosa, su complacencia en las dignidades, su desconfianza en la empresa, sus hábitos de rico…

…dejó su casa de mármol con sus fuentes y sus flores, y sus libros, y sin más caudal que su mujer, se vino a vivir con el honor, donde las miradas no saludan, y el sol no calienta a los viejos, y cae la nieve»…

Palabras elocuentes que bastan para describir una obra y una vida, la suya, dedicadas al conocimiento y la búsqueda de las raíces de una identidad que se iba materializando en la isla.

Hijo del coronel Gabriel Bachiller y de Antonia Morales y Núñez gozó de una niñez y educación envidiables tras venir al mundo un 7 de junio de 1812.

El ambiente intelectual de la familia de Antonio Bachiller y Morales fue determinante en la formación y vocación de Antonio Bachiller, cuya figura sería una de las pocas reconocidas y respetadas entre la intelectualidad fuera de las fronteras de la isla, junto a eminencias como Poey, Felix Varela o José de la Luz y Caballero.

Se graduó como Abogado por la Audiencia de Camagüey, tras estudiar en el Seminario de San Carlos y graduarse en Derecho Canónigo en la Real y Pontificia Universidad de La Habana.

Dicho sea de paso, estudiar Derecho era una costumbre bastante común de los hombres de artes y ciencias de la época, pues permitía a los litigantes desarrollar otros hobbys paralelos y sostenerlos gracias al dinero ganado con sus despachos (véase por ejemplo a Esteban Pichardo, ejemplo claro de esa disyuntiva).

Antonio Bachiller, la Isla de Cuba y el contexto independentista

Carlos Manuel de Céspedes se alzó en armas un 10 de octubre de 1868. El respaldo de la población resultó bastante favorable, sobretodo entre muchos hombres de clase media a quienes la guerra finalmente arruinaría, pero ¿a qué se debe ese nivel de conciencia social? ¿Cómo un pueblo de mayoría analfabeta había tomado conciencia de país y de cubanía?

Antonio Bachiller Morales. Filosofía del Derecho
Antonio Bachiller Morales. Filosofía del Derecho

En un texto publicado en la Revista de Jurisprudencia 1856 ya se hace palpable su patriotismo y su oposición a la aprobación de los proyectos esclavistas por parte de las autoridades coloniales.

Posteriormente su discurso en el Liceo de Guanabacoa sosteniendo su pensamiento de la unidad moral de las razas, Antonio Bachiller y Morales sería considerado demasiado abolicionista y fue rechazado por la revista América de Asquerino, provocando que fuese señalado como un sujeto sospechoso por las élites del poder colonial.

Como podemos comprender, no sólo se luchó en nuestra primera guerra de independencia con el machete, antes otros hombres de letras habían fomentado un pensamiento de confrontación directa contra, lo que podemos denominar, el síndrome de Estocolmo colonial que había entumecido el espíritu insurreccional del cubano.


¿Por qué es tan trascendente la labor de estos hombres (Mendive, Varela, de la Luz y Caballero, Domingo del Monte y Antonio Bachiller) que iluminaron y fomentaron el cultivo de la cultura de lo cubano antes del estallido insurreccional? Para visualizarlo basta con recordar el estado de excepción en que vivía la sociedad cubana de la época en palabras de Francisco González Valle en un texto de 1936:

No había interés alguno oficial por la instrucción, la que estaba a merced de la iniciativa privada que abría escuelas sólo para especular; porque nada podían enseñar los que de nada sabían.

Colonos ignorantes y sumisos era lo que convenía tener a la metrópoli. Nos estamos refiriendo a la primera época o de iniciación de nuestra cultura. Que esto era lo que perseguía el gobierno, queda demostrado con la famosa real cédula de Carlos V que mandaba que «no se hiciera general la ilustración en América».

No obstante las trabas puestas al saber, un grupo escaso , pero selecto, de cubanos adquirió por sí solo, sin salir de su patria, una ilustración vasta en letras y ciencias, y el conocimiento de varias lenguas, que la Universidad Pontificia de la Habana, calcada en las del siglo XVI, no podía darle ni tampoco el Seminario de San Carlos, que no renovó sus estudios hasta la época del obispo Espada.


Ese núcleo de compatriotas tan bien preparados fue el que, junto con el general Luis de las Casas, inició el movimiento de nuestra cultura desde la Sociedad Patriótica de Amigos del País y el Seminario de San Carlos. El estado de la instrucción era tan lamentable que en la capital de la Isla sólo había 39 escuelas, 32 para niñas y 7 para varones…

APUNTES PARA LA HISTORIA DE LAS LETRAS Y DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA EN LA ISLA DE CUBA. Antonio Bachiller y Morales. Introducción a cargo de Francisco González del Valle.

Es entonces, visto el contexto, se entiende el alto grado de reconocimiento que recibieron estas figuras entre las generaciones criollas posteriores. Conscientes del esfuerzo y la decisión de estos próceres del conocimiento, en el caso de Antonio Morales hubo de exiliarse a Estados Unidos (1869-1878) tras la barbarie de los hechos acontecidos en el Teatro Villanueva. No por ello dejó de fomentar el estudio y conocimiento de las raíces aborígenes y criollas de la nación.

Obras y labor docente.

Antonio Bachiller desempeñó entre otros cargos los siguientes: síndico primero del Ayuntamiento de la Ciudad de La Habana, consiliario de la Junta de Fomento, Agricultura y Comercio, director del Liceo Artístico y Literario, director del Instituto de Segunda Enseñanza y a la vez catedrático en él de Economía Política Estadística y Derecho Mercantil en el período escolar de ampliación, siendo numerosas las comisiones que por encargo del gobierno desempeñó.

Antonio Bachiller Morales. Cuba :Monografía Histórica

Nombraremos apenas algunas obras de Antonio Bachiller y Morales cuya aparición significaron improntas para la época. Además de diversas traducciones de obras extranjeras (Fisiología e higiene de los hombres -1843-, por ejemplo) que entendía necesarias para los docentes y universitarios. En la Universidad de La Habana fue uno de los catedrático (Filosofía del Derecho y posteriormente Decano de la Facultad de Filosofía) cuyo legado más ha trascendido.

El nombre del señor Bachiller, en una palabra, está íntima e inseparablemente relacionado en la vida filosófica y literaria de nuestra patria, y éste es sin duda un título de gloria que lo recomendará siempre a tal estimación general.

De la Filosofía en la Habana, por don José Manuel Mestre. Habana, 1862.

Quizás la más trascedente sea «Apuntes para la historia de las letras y de la instrucción pública en la Isla de Cuba«, publicada en III tomos entre Madrid y La Habana entre los años 1859 y 1861. Obra reseñada por el eminente bibliógrafo anglo-americano Henry Harrisse en su Biblioteca Americana.

Casona colonial de la calle Reina donde vivió el ilustre periodista, historiador, jurisconsultor, bibliógrafo y destacado americanista, Antonio Bachiller y Morales. Se encontraba en ruinas y fue rescatada con motivo del 500 aniversario de la ciudad para ser convertida en Biblioteca Pública.

En su exilio terminó Antonio Bachiller y Morales el compendio denominado Cuba Primitiva que venía preparando desde 1838 y cuya segunda edición presentó en 1881, durante el Congreso Internacional de Americanistas de Madrid donde fue delegado por Cuba. En dicha obra hacía un trabajo de investigación antropológica de las raíces del cubano que sirve de precedente a trabajos posteriores del Dr. Fernando Ortíz.

De dicho libro John Gilmary Shea, distinguido histoirador anglo-americano diría en 1884:

La obra (Cuba Primitiva) de Antonio Bachiller y Morales hace honor a la Isla de Cuba , y el Congreso de Americanistas no podía negarle su aplauso. Los vocabularios son preciosos para el estudio de la lengua yucaya y no he perdido tiempo en escribir al Smithsonian Institution para hacer entrar el libro en su catálogo.

Señalamos por último uno de los libros históricos de Antonio Bachiller y Morales, el no menos sorprendente, «Monografía histórica sobre la pérdida de La Habana hasta la restauración española», publicado en 1883. En palabras de Charles Dana, director del Sun, periódico inglés:

Los historiadores Pezuela y Guiteras se habían ocupado extensamente de este interesante episodio de historia cubana, como uno de tantos capítulos de sus apreciabilísimas obras, pero el señor Bachiller y Morales ha agotado la materia. Su libro rectifica muchos errores indisculpables en que han incurrido algunos historiadores, explica detalladamente las causas de la guerra entre Inglaterra y España , expone la situación de Cuba en 1762; y acudiendo a fuentes hasta ahora olvidadas, nos describe minuciosamente el cuadro del sitio, el entusiasmo del país por la defensa de la
nacionalidad española, siendo nueva y original la parte que consagra a la descripción del g(gobierno local organizado por los ingleses.

Nada más podemos añadir sobre su vida y su obra. Más locuaces son las palabras de quiénes fueron testigos de su obra, y percibieron la revolución que dichos estudios provocaron en la creciente nación. A su muerte, acontecida un 10 de enero de 1889, podía ostentar entre otros los logros siguientes:

  • Individuo de Mérito de la Academia Real de Anticuarios del Norte.
  • De las Sociedades Históricas Americanas de Nueva York y de la de Pensilvania.
  • Delegado en Cuba del Congreso de Americanistas de Madrid, entre otros.

En 1958 se designó el día del nacimiento de Antonio Bachiller y Morales como fecha propicia para celebrar el día del Bibliotecario Cubano.