El reglano Amado Maestri constituye una de las máximas figuras del arbitraje cubano profesional, desde el primero de todos Juan Tregent, pasando por el pionero por excelencia del pasatiempo nacional Esteban Bellán, o el profesor Eustaquio Gutiérrez quien formó a varios de los árbitros de las generaciones de 1940 y 1950.

La lista es extensa y podemos nombrar a miembros de los salones de la fama del béisbol latinoamericano como Armando Rodríguez, primer latino en arbitrar en la Mayor League Baseball (Grandes Ligas) -en esta entrada contamos cómo le cayó a caretazos a un jugador-, quien junto a Kiko Magriñat, Bernardino Rodríguez y Maestri fueron los árbitros principales de la década de 1950 en la Liga Profesional Cubana. Debemos mencionar incluso al polémico Ángel Hernández, oficial de las Grandes Ligas actuales quien nació en La Habana aunque ha realizado su carrera en el béisbol estadounidense.

Honor y justicia

Roberto Amado Maestri nació en Regla el 8 de diciembre de 1909 y comenzó en el béisbol como receptor del equipo amateur Cubaneleco, situado donde ahora se levanta el edificio FOCSA y que pertenecía a la Compañía Cubana de Electricidad (en la cual trabajó Amado Maestri y ejerció como dirigente sindical) y su Club Cubanaleco Yacht Club, que posteriormente se mudó a la zona de Miramar.

(Sucede con este equipo una curiosidad y es que mientras el Club se llamaba Cubanaleco con A, el equipo de béisbol lucía en su uniforme Cubaneleco con E, probablemente de Cuban-Electronic-Company).

Una postal del equipo Cubaneleco, en el cual debutó como jugador amateur Amado Maestri

El rendimiento de Amado Maestri allí no fue el mejor y debido a problemas con el brazo de lanzar, sumado a su bajo rendimiento, y decide dar un paso atrás en el home plate y comenzar a oficiar como árbitro.

Su debut se produce un 17 de octubre de 1936 en un partido entre los equipos de Marianao y Almendares con victoria para los primeros 2 carreras por 1.

En esta época coinciden en la Liga otros grandes árbitros como Raúl Atán Solís, conocido como el Chino, Bernardino Rodríguez e incluso el norteamericano Ed Runge, quienes fueron los grandes nombres que oficiaron hasta el fin del béisbol profesional en Cuba en 1962.

Amado Maestri, «en el terreno mando yo»

Varias son las anécdotas que demuestran la personalidad de Amado Maestri y su carácter impasible mientras lucía el uniforme arbitral.

Una de ellas se produjo en México, y según refieren varias fuentes, ocurrió en la noche del 5 de junio de 1945 cuando expulsó al mismísimo Jorge Pasquel, quien junto a su hermano Bernardo, estaban considerados los dueños del béisbol mexicano en aquel entonces. Casado con la hija del ex-Presidente Plutarco Elías Calles, poseía una abundante fortuna además de que era dueño de los Azules de Veracruz, equipo de la Liga Mexicana de la cual sería presidente unos meses después de la expulsión del árbitro cubano.

Amado Maestri

Aquella expulsión, a estadio lleno le costó a Amado Maestri la salida de México. Consciente de lo que así el cubano en el propio terreno de juego del Delta Park le respondía a viva voz al magnate: “yo me voy de la Liga y de México después del juego, pero usted se va ahora mismo del terreno”.

Otra anécdota conocida fue la protección que brindó a los estudiantes universitarios que se lanzaron varias veces a la grama del Gran Stadium del Cerro (hoy estadio Latinoamericano) para protestar contra el gobierno de Batista.

Maestri confiaba en que su figura era imponente y respetable, pero por si acaso, como le había recomendado su compañero y también árbitro, Kiko Magriñat llevaba una pistola escondida en el cinturón, en la Liga Cubana nunca necesitó usarla.

El más respetado y conocido

Decidió permanecer en Cuba después del triunfo revolucionario de las fuerzas de coalición agrupadas alrededor de Fidel Castro. Con la abolición del profesionalismo y la desaparición de la Liga Cubana de Béisbol, la más fuerte de las ligas invernales caribeñas, Amado Maestri ofició en la primera Serie Nacional en aquel partido desarrollado el 14 de enero de 1962 lo acompañaron el joven Rafael de la Paz en primera, Francsico Fernández Cortón en segundo y Enrique Roger García en tercera.

«Entre esos factores decisivos hay que incluir el prestigio que Amado Maestri le dio a la misión encomendada a los árbitros. En Maestri terminan los desahogos de impertinencia, las perturbaciones por sistemas, los abusos engendrados por los árbitros que permitían que la tolerancia de ellos alcanzara categoría de humillación”.

Eladio Secades en revista Bohemia

Sería esa la única Serie Nacional en la cual arbitraría el veterano árbitro que fallecía el 22 de septiembre de 1963 dejando un legado de admiración y respeto que aún se mantiene. Pertenece al salón de la Fama del béisbol Cubano y Mexicano.